La llegada de los coches eléctricos ha traído consigo toda una ristra de novedades al mundo de la automoción, muchas de ellas buenas, otras no tanto, como son ciertas políticas que se pueden considerar incluso abusivas y que con los coches de combustión eran imposibles de aplicar. Hablamos, por ejemplo, de la posibilidad de limitar funciones de un vehículo que estén ya instaladas en el mismo y que éstas solo funcionen si el conductor paga por ellas una suscripción mensual.
Aunque sea un concepto extraño, en la industria del motor ya han sido muchos los fabricantes que lo han probado, en algunos casos manteniéndolo con el paso del tiempo, en otros dando marcha atrás debido a la respuesta negativa de sus clientes. Sin embargo, eso no impide que, de cuando en cuando, otro vuelva a probar suerte. En esta ocasión ha sido Volkswagen con su ID.3.

Más potencia solo si el cliente paga
En la web británica de la marca, dentro de su configurador, el nivel de acceso recibe el mismo nombre que tiene el España, denominado como Pure. Éste es idéntico al que se vende en el mercado español, es decir, con una potencia de 150 kW (204 CV), una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos, una batería de 52 kWh de capacidad y una autonomía homologada de 387 km.
Sin embargo, en la parte inferior aparece una ventana con el título de “Información importante”, que dice lo siguiente: “La potencia del motor es de 150 kW de serie y de 170 kW si activa la mejora de potencia opcional de pago. Puede elegir entre una prueba gratuita de un mes o una suscripción (de un mes, un año o compra directa de por vida). Consulte los precios actualizados en su tienda física o en la tienda Volkswagen Connect. Las suscripciones se renuevan automáticamente al final de su vigencia. La suscripción de pago de un mes comienza automáticamente (después de la prueba gratuita) a menos que la cancele”.
Esto es posible por cuestiones técnicas. El motor del Volkswagen ya es capaz de desarrollar la potencia máxima que se anuncia, pero la marca la limita de fábrica. Es similar a lo que ocurre con motores de combustión, en los que en muchas ocasiones un mismo bloque se ofrece en un modelo con distintos niveles de rendimiento. La diferencia entre uno y otro radica en que en el modelo térmico es necesario llevar a cabo una intervención física para “deslimitarlo”, mientras que el de baterías está hecho mediante software, así que se puede hacer de manera remota con una actualización OTA (Over The Air).
De esta manera, basta con que el cliente pague para que el fabricante desbloquee el aumento de potencia… y cuando este deje de pagar se puede volver a establecer el bloqueo.

Cuota mensual, anual o un pago para toda la vida
En el configurador no aparece el coste de esta suscripción para potenciar al Volkswagen ID.3, pero Auto Express afirma haber conseguido los datos. Así, la cuota mensual es de 16,50 libras, pero también se ofrece la posibilidad de pagar una suscripción anual por 165 libras, en la que dos meses salen “gratis”. Además, Volkswagen también da la opción de hacer un único pago para desbloquearlo para siempre, que cuesta 649 libras y sería el equivalente a pagar cuatro años de suscripción anual.
A simple vista, la última alternativa sería la más lógica, puesto que se enfocaría como un extra para subir la potencia del coche que se compra y no como una suscripción de pago recurrente, pero el medio señala que en ese caso la mejora se asocia al coche y no al usuario, como sí ocurre con la suscripción, de manera que se mantendrá si se vende el automóvil.