Los nuevos conceptos de diseño poco o nada se parecen a los del pasado. Cuando la primera generación del Renault Scenic llegó a los concesionarios, allá por el año 1996, los conductores europeos buscaban coches muy diferentes a los que actualmente tenemos en los concesionarios. El término SUV apenas resonaba en nuestra cabeza, mientras que los monovolúmenes se situaban como los mejores aliados para las familias. Hoy, más de un cuarto de siglo después, el panorama es bien diferente. El nuevo Scenic representa perfectamente ese cambio de rumbo.
Se puede decir que Renault inventó el concepto de monovolumen con la llegada del Space. Años más tarde redujo el formato para hacerlo más práctico y lo llamó Scenic. Habitabilidad, practicidad y economía eran sus conceptos básicos. Hoy, esos mismos principios se aplican a la quinta generación, carga de cambios y novedades. La primera es el diseño. A medio camino entre un SUV y un Crossover, el nuevo Scenic apuesta por una presencia mucho más dominante. Saca músculo en todos sus paneles y, de paso, se apropia de la nueva filosofía de diseño de la casa gala, iniciada meses atrás por el Renault Rafale.
Sus medidas se mantienen en el segmento de los compactos: 4,47 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,57 metros de alto. A esas cotas hay que sumar una distancia entre ejes de 2,78 metros que se traduce en un más que generoso espacio para los ocupantes traseros. El maletero tampoco se queda corto y resultará ideal para las familias más ocupadas. Su volumen mínimo es de 545 litros, ampliables a 1.670 si se abate por completo la segunda fila de asientos. Por todo el habitáculo se reparten gran cantidad de prácticos espacios portaobjetos, hasta sumar un total de 38,7 litros.
El asalto a la movilidad eléctrica viene acompañado de un notable avance en materia tecnológica. El Scenic recibe la última colección de sistemas de la casa, destacando el sistema Open RLink desarrollado junto a Google. La pantalla principal, situada de forma vertical y con un tamaño de 12 pulgadas, cuenta con numerosas funcionalidades incorporadas como un nuevo programador de ruta combinado con la cartografía de Google Maps. También hay que destacar la presencia de más de 30 asistentes a la conducción, así como elementos interesantes como el techo panorámico electrocrómico o la instrumentación totalmente digital.
Como ya hemos dicho, el nuevo Renault Scenic lo apuesta todo a la movilidad 100% eléctrica, por lo que llega acompañado del apellido E-TECH. La gama estará compuesta por dos versiones diferentes, ambas con baterías ternarias NCM (Níquel, Manganeso y Cobalto). Los franceses han trabajado para eliminar muchos de los llamados minerales raros. El único motor delantero ofrece dos niveles de potencia, 127 kW (170 CV) y 164 kW (220 CV), asociándose con otras dos baterías: 60 y 87 kWh de capacidad, que le permiten ofrecer autonomías homologadas entre los 420 y los 620 kilómetros. El Scenic ofrecerá cargas de alta potencia, hasta 150 kW en corriente continua y hasta 22 kW en corriente alterna.
Aunque el Scenic E-TECH acaba de ser presentado al público, será la atracción principal del stand de Renault en el Salón de Múnich, todavía quedan unos cuantos meses para que llegue a los concesionarios. Los franceses estiman iniciar la fase de venta a lo largo de la primavera del curso que viene. Por el momento, los precios son desconocidos. Las versiones más completas y potentes superarán probablemente la barrera de los 50.000 euros, siendo el primer modelo 100% de la casa en poder disfrutar del acabado esprit Alpine.
