La conducción autónoma es la próxima gran meta de la industria del automóvil. Las marcas quieren relegar al conductor a un plano de simple pasajero. Muchas marcas llevan años desarrollando la tecnología que nos sustituya. Poco a poco vemos progresos reales, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. La automatización total debe acompañarse de una estricta reglamentación que controle y supervise las evoluciones. La estandarización será fundamental. Mercedes quiere ser pionera en la materia y para ello ha tomado el color turquesa como el color de referencia para la conducción autónoma.
Los alemanes acaban de ser los primeros en recibir la homologación especial para la iluminación de posición de sus coches de pruebas autónomos. Es una certificación válida en toda Alemania y está limitada, inicialmente, hasta julio de 2028 y sólo para los vehículos de pruebas. Los germanos vuelven a destacar su papel pionero en el campo de la conducción autónoma, al ser el primero en permitir la conducción autónoma condicional (SAE-Level 3). Alemania ya permitía la libre circulación de vehículos autónomos de nivel 3, pero sólo en entornos específicamente desarrollados como el museo de Mercedes en Frankfurt.

Luces con un color especial elegido en base a estudios y análisis
El programa DRIVE PILOT de Mercedes arrancó a finales de 2021 y desde entonces hemos visto progresos notables. Si bien la tecnología ya demuestra ser viable, es la coexistencia con el resto de vehículos lo que preocupa a las autoridades y a los expertos. Durante muchos años los coches autónomos y los no autónomos compartirán carreteras y escenarios. Ambos tienen que entenderse. A simple vista, un coche autónomo no tiene señales evidentes de que está circulando sin la supervisión de un ser humano. Mercedes ya ha corregido ese problema con unos faros especiales.
La iluminación LED ahora registrada y homologada emplea luces turquesa para hacer ver al resto de usuarios de la vía que no hay nadie al volante del coche. Pero, ¿por qué el color turquesa? Mercedes lo explica: El color turquesa cumple dos criterios esenciales: en primer lugar, el turquesa se distingue claramente de la iluminación de los vehículos y de las señales de tráfico existentes, como los semáforos o el alumbrado de emergencia, lo que reduce significativamente el riesgo de confusión. En segundo lugar, su visibilidad permite que otros usuarios de la carretera lo reconozcan de forma fiable y rápida.

Los estudios con sujetos de prueba también han demostrado que el turquesa es el color óptimo para la conducción automatizada: ha demostrado un mejor rendimiento que otros colores tanto en los factores fisiológicos como psicológicos. Ingenieros, responsables de cumplimiento, responsables de protección de datos y expertos en ética han trabajado juntos para desarrollar y aprobar el nuevo concepto de iluminación. Así que ya lo sabes. Si circulas por Alemania y ves un Mercedes con tan especiales faros verás que no hay nadie al volante. El programa DRIVE PILOT de Mercedes ya permite que los vehículos autónomos operen por sí mismos hasta una velocidad de 95 km/h por el carril derecho de las autopistas alemanas.