En los coches eléctricos, la batería es la pieza clave. Sin embargo, los motores continúan siendo determinantes, sobre todo en lo que respecta a la eficiencia y la entrega de potencia. Aunque la mayoría de avances suelen asociarse a mejoras en las baterías, el desarrollo de los motores atraviesa un momento excepcional, con innovaciones de ingeniería que en muchos casos superan las expectativas iniciales.
En 2021, el Grupo Mercedes completó la compra de la compañía británica Yasa, reconocida por sus motores eléctricos de flujo axial, que ya se utilizan en híbridos enchufables como el Lamborghini Revuelto y el Temerario. A diferencia de los motores de flujo radial, donde el campo magnético se genera de forma perpendicular al eje, en los de flujo axial este se produce en paralelo, lo que posibilita un diseño más compacto y resistente. Gracias a esta configuración, se obtienen propulsores más ligeros y con una mayor eficiencia.

El motor de los récords
La firma británica ha desvelado un prototipo de motor eléctrico que bate récords mundiales. Con un peso de apenas 13,1 kg, este motor entrega unos 550 kW / 738 CV, lo que supone una densidad de potencia de 42 kW/kg, más del doble del estándar actual en el sector. Según el CTO de la empresa, Tim Woolmer, este logro se ha alcanzado sin recurrir a materiales exóticos ni procesos experimentales como impresión 3D o aleaciones rara vez accesibles. Además está diseñado para ser fabricado en volúmenes de hasta 50.000 unidades al año en una planta en Oxfordshire.
Este hito técnico redefine lo que es posible en motores eléctricos: supera holgadamente la potencia específica del motor radial más avanzado del mercado, situándose muy por encima incluso de modelos de aviación o marinos. A pesar de tratarse de un prototipo, su arquitectura basada en flujo axial ofrece una vía clara hacia aplicaciones reales en vehículos eléctricos y otras plataformas donde el peso y el rendimiento son clave
La innovación de Yasa reside en su diseño de flujo axial, donde los imanes y bobinas se disponen de forma paralela al eje del motor, en lugar de la estructura radial convencional. Esta configuración permite reducir el tamaño, aumentar el par motor y mejorar la eficiencia térmica, garantizando una potencia continua elevada sin sobrecalentamiento.
Woolmer asegura que este motor no es un prototipo científico aislado, sino una solución industrialmente viable, ya preparada para su escalado a mercado masivo. Su densidad de potencia, alrededor de 56 CV/kg, supera los valores de referencia en motores eléctricos actuales, como el Equipmake HPM‑400 (aproximadamente 18–20 CV/kg), y alcanza incluso triplicar tecnologías usadas en otras industrias como la aeroespacial.
Este desarrollo arroja un nuevo panorama en la movilidad eléctrica: al reducir el peso del sistema motriz, los vehículos eléctricos pueden ganar eficiencia, aumentar autonomía y flexibilizar el diseño de chasis y carrocerías. Además, Yasa ya trabaja con fabricantes de renombre como Ferrari, Lamborghini y Mercedes-AMG, que ya han incorporado sus motores en modelos como el Concept AMG GT XX, el SF90 Stradale o el Lamborghini Revuelto.

Impacto real en los coches eléctricos de calle
Este avance no solo es relevante para coches deportivos de alta gama: gracias a su peso reducido y potencia descomunal, el motor de Yasa podría servir en aplicaciones de coches eléctricos urbanos, comerciales, híbridos enchufables o incluso vehículos de reparto. La posibilidad de colocarlo en las ruedas (en diseños in-wheel) o liberar espacio en el vano de motor abre nuevas posibilidades de diseño automotriz en modelos eléctricos más asequibles.
Además, su fabricación con materiales convencionales y procesos de producción masiva plantea una reducción de costes y de impacto ambiental. Al causar menor huella de carbono en su producción y hacer realidad motorizaciones de alta eficiencia con materiales abundantes, este motor supone una evolución hacia una movilidad eléctrica más sostenible.

Este motor puede llegar a representar un cambio de paradigma. Al ser más ligero, compacto y fácilmente integrable, se abren opciones para vehículos con más autonomía, mejor respuesta y menor coste energético. Para fabricantes tradicionales y emergentes, la tecnología de flujo axial podría ser la base de una nueva generación de eléctricos competitivos en eficiencia y diseño.
Woolmer señala que estas motor, más allá de la anécdota de los récords: “no es solo un número: es la demostración de una innovación escalable y lista para producción que eleva el estándar en el diseño de motores eléctricos. Y lo más emocionante es que solo estamos empezando”.