Desde un principio Volkswagen ha sido una de las compañías que más está invirtiendo en el desarrollo de la movilidad sostenible. Los de Wolfsburgo, bajo el mando de Herbert Diess, pisaron el acelerador en su estrategia, aunque la realidad ha acabado imponiéndose a las esperanzas. A pesar de unos inicios no tan positivos, el Grupo Volkswagen aumenta su objetivo de ventas de coches eléctricos para finales de la década. Para entonces esperan que un 80% de las matriculaciones sean de coches 100% eléctricos.
Hace apenas dos años, el ex CEO del conglomerado alemán presentó la estrategia Accelerate. Por entonces, Diess puso de manifiesto la gran importancia de los eléctricos en el margen de rentabilidad de la compañía. Sin embargo las expectativas eran muy superiores a lo que finalmente el Grupo Volkswagen ha terminado consiguiendo. El año pasado las ventas de coches eléctricos supusieron un 10% del las matriculaciones, una cifra más baja de lo esperado. A pesar de ello, el nuevo reto es mejorar la previsión del 70% para el 2030, llegando al 80% del volumen total en Europa.
Thomas Ulbrich, máximo responsable del área de negocio de nueva movilidad dentro del grupo Volkswagen ha sido el encargado de anunciar los nuevos retos de la marca. El objetivo es sumar entre todas las compañías de volumen del conglomerado: Volkswagen, Audi, Skoda y CUPRA. Ulbrich ha comentado: “La marca VW siempre ha estado a la vanguardia de estos problemas en el grupo y nos sentimos obligados a establecer nuestros objetivos igual de altos". Un incremento del 70% en siete años es plausible y para ello la organización se va a apoyar en varios pilares críticos.
Lo primero es lo primero. Volkswagen tiene que solventar dos grandes problemas que le están suponiendo un quebradero de cabeza: semiconductores y software. Si bien en el segundo semestre del año empezaremos a ver la luz al final del túnel en la ya persistente crisis de componentes, el desarrollo del módulo informático de los eléctricos va por otra senda. Cariad es la empresa subsidiaria encargada de crear el código para todos los eléctricos del grupo basados en plataformas eléctricas. Los retrasos son considerables ,y por su culpa, se han pospuesto lanzamientos tan importantes como el Porsche Macan o el Audi A6 e-tron.
Superado esos escollos, el próximo objetivo es mejorar la gama ID e integrarla de una forma diferente dentro del porfolio de Volkswagen. La marca matriz optó por separar la gama y ahora, bajo el mando de Oliver Blume, la estrategia parece estar cambiando. Los alemanes quieren aprovechar el tirón comercial de modelos icónicos como el Golf o el Tiguan y por eso veremos modelos 100% eléctricos apoyados en esa nomenclatura. Volkswagen ya ha confirmado que llegarán ambos modelos para reforzar la estrategia eléctrica. El problema ahora es qué hacer con los Volkswagen ID.3 e ID4. Todo apunta a que pueden quedarse un poco colgados.
Desarrollo de nuevos eléctricos y escalar la producción. Es aquí donde está la clave de todo. El Grupo Volkswagen tiene en marcha diferentes proyectos como la plataforma MEB+ que hace tiempo ya presentaron. El aprovechamiento de recursos por parte de todas las marcas es tan esencial como el incremento en el volumen de fabricación. La enorme planta de Wolfsburgo empezará a producir coches eléctricos este mismo año. De forma paralela, se irán construyendo los centros de ensamblaje de baterías por toda Europa. Diferentes localizaciones como la de Sagunto, en Valencia. Con todo esto, los alemanes tienen posible conseguir su objetivo, aunque no será sencilla. En los próximos años se espera un fuerte incremento de rivales, sobre todo procedentes de China.
