Analizamos la situación actual de los patinetes eléctricos y otros Vehículos de Movilidad Personal en España, así como todas las dudas alrededor de esta alternativa al coche y la moto para moverse por ciudad.
Ya son más de cinco millones los patinetes eléctricos y otros VMP que circulan por España, según datos ofrecidos por la Federación Española de Vehículos de Movilidad Personal.
Una cifra amplia, con un crecimiento y una popularización mayores a partir de 2019 y bien clara en 2020, año en el que en algunos períodos hubo una diferencia de compra del 1.000% entre un mes y otro con respecto al año precedente.
Hasta entonces, la convivencia con patinetes y coches era medianamente sencilla, pero con este boom empezaron a llegar muchas quejas de ciudadanos que no estaban nada contentos con la proliferación de estos vehículos y el uso no regulado de los mismos.
La Dirección General de Tráfico tardó incluso en echarlos de las aceras y obligar a que su uso fuese exclusivo por la calzada, compartiendo espacio con el resto de vehículos.
También se ponía coto a la definición de VMP, que claramente deja fuera a cualquier patinete eléctrico de aspecto parecido, pero que supere los 25 kilómetros/hora.
Se añadía además a la actualización de la DGT la posibilidad de someter a estos conductores a controles de alcohol y drogas, tras los accidentes y situaciones que se vivieron en aquellos años y, además, se avisó de que el uso de auriculares y dispositivos móviles mientras se circulaba con estos vehículos eléctricos también sería objeto de sanción.
No ha pasado tanto tiempo desde aquello y lo último en llegar en materia de normativa, allá por 2020, fue el tan controvertido Manual de características de los Vehículos de Movilidad Personal de la Dirección General de Tráfico, repleto de requisitos para que un modelo concreto pueda venderse en Europa a partir del 22 de enero de 2024.
De este modo, quieren tener controlados a todos los VMP, que sólo obtendrán este certificado de circulación si cumplen con lo que dice el manual oficial o, de lo contrario, tendrán que ser retirados de la venta llegada la fecha límite mencionada.
Es más, para el 1 de enero de 2027, los VMP que no cumplan con dichas características, tampoco podrán pisar la vía pública. No cumplen, por ejemplo, aquellos que no dispongan de sistema de frenado doble e independiente, sobre el que tiene que poder actuar el usuario. Los monociclos eléctricos se quedan fuera en vista de estos requisitos.
Y los centros de inspección o ITV están pidiendo que se obligue a una revisión durante todo el ciclo de vida de estos vehículos, en busca de una mayor seguridad en las carreteras.
Así lo manifestaba hace unas semanas en su reunión anual la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos o AECA-ITV.
El futuro de los patinetes eléctricos es todavía incierto, pero ciudades europeas como París ya han acabado con los patinetes de alquiler en sus calles y Barcelona también quiere llevar a cabo esta medida.
Madrid, por su parte, los quiere sacar del transporte público, tras el accidente de unos días en el Metro de la capital, que dio lugar a un incendio en uno de las vagones.
