Philipp von Arnim, vendedor de barcos eléctricos y representante en España del fabricante sueco XShore, está a punto de lanzar una iniciativa inédita en el país: el primer club de barcos completamente eléctricos. Su sede será la marina del Molinar, en Palma de Mallorca, un lugar donde ya atraca su embarcación, un llamativo modelo blanco con la inscripción “100% Electric” que no pasa desapercidio.
Precisamente, las interacciones espontáneas con otros usuarios de barcos de la zona fueron el germen del proyecto. Muchos se acercaban para preguntar si podían alquilar el barco o si existía algún tipo de membresía, según explica Philipp. La demanda no solo reveló el interés por la movilidad eléctrica en el mar, sino también la oportunidad de crear un club exclusivo y sostenible en una isla tan orientada al turismo de lujo.
Un mercado en transición y el auge de la electromovilidad marítima
Von Arnim conoce bien el sector. Desde Bremen, y con socios en Múnich y Palma de Mallorca, distribuye modelos eléctricos de la marca XShore, embarcaciones que compara con un “Volkswagen Touareg del mar”: potentes, espaciosas y prémium, pero con cero emisiones. Los precios comienzan en 250.000 euros, y con extras pueden alcanzar los 300.000, cifras que, en un momento de saturación del mercado de segunda mano, frenan a compradores potenciales.
El empresario decidió entonces adquirir él mismo tres barcos eléctricos y ofrecerlos bajo un modelo de club para usuarios que buscan experiencias náuticas exclusivas sin asumir el coste total de propiedad.
Membresías desde 10.000 euros y un sistema pensado para garantizar disponibilidad
El “Mallorca Electric Boat Club” iniciará operaciones en enero de 2026. Cada barco admitirá cinco miembros, que funcionarán con un sistema de “token de reserva”, reutilizable únicamente cuando la fecha reservada haya pasado. La suscripción básica cuesta 10.000 euros al año y permite disfrutar de la embarcación durante el día de la reserva, con un sistema justo de reparto entre los miembros del club; quienes deseen más flexibilidad podrán optar por planes de dos días seguidos (14.000 euros anuales) o tres días seguidos disponibles (19.000 euros al año).
El alquiler por día, también abierto a no socios, tendrá un precio de 1.500 euros. Según von Arnim, el público interesado suele ser propietario de finca o residente internacional en Mallorca, con especial presencia de escandinavos, alemanes y gente ya afincada desde hace años en Mallorca atraídos por la navegación eléctrica.
Tecnología silenciosa, carga rápida y autonomía variable
Los barcos estarán amarrados en el puerto del Molinar, donde se instalará la segunda estación de carga rápida de la isla. El nuevo punto permitirá recargar por completo una embarcación en hora y media, frente a las 11 o 12 horas que requieren los enchufes domésticos.
La autonomía depende del tipo de navegación. A 30 nudos (56 km/h), la batería dura 90 minutos; a cuatro nudos, más de 40 horas. El propio von Arnim recomienda una velocidad de crucero de 11 a 13 nudos para excursiones por la bahía de Palma.
Planes de expansión y una visión a largo plazo
Si el proyecto prospera, el empresario planea ampliar la flota y ofrecer amarres en distintos puertos menorquines, permitiendo a los socios explorar la costa desde puntos estratégicos. Aunque no es posible circunnavegar la isla con una sola carga, las embarcaciones pueden transportar hasta diez personas e incluyen mesa, tumbona y toldo, lo que las hace ideales para salidas familiares o eventos corporativos.
Para von Arnim, las ventajas de la navegación eléctrica son claras: menores costes de operación, ausencia de ruido y eliminación de humos. Cree que Mallorca es el lugar idóneo para impulsar este modelo y afirma que su ambición va más allá de la isla: “Desde aquí queremos conquistar el mercado europeo”, según las declaraciones recogidas por el medio Diario de Mallorca.