A diferencia que con los patinetes eléctricos, Europa tiene bastante clara la regulación de las bicicletas eléctricas, y de hecho en nuestro continente sólo tienen consideración de ebike las que encajan en los requisitos de modelos pedelec. Pero hay algo que preocupa a los políticos de nuestro continente, y está relacionado con la potencia máxima que pueden ofrecer.
Si pensamos en lo que entendemos legalmente como bicicleta eléctrica en Europa, hay que hablar de una potencia nominal del motor de no más de 250 watios, pero la potencia máxima no está limitada, es decir, que se permiten picos de potencia mucho mayores.
Como mucho 750 watios, entre otras cosas

Además, la asistencia del motor, ya esté situado en el buje de la rueda trasera o en el eje del pedalier, únicamente puede acompañar a la fuerza que hace el ciclista en los pedales, y debe cortar el apoyo eléctrico cuando se ha alcanzado una velocidad de 25 kilómetros/hora.
Lo que ocurre es que se aprovecha un vacío legal en la normativa europea que regula las pedelec para que algunos motores de bikes sean capaces de dar picos de potencia de incluso 4 veces la potencia nominal, es decir, que entregan 1.000 watios durante un corto período de tiempo. Si a esto le sumas que hay modelos que únicamente utilizan un sensor de cadencia, eso resulta en la llegada de toda la potencia del bloque eléctrico a la rueda en el momento que el pedal hace un ligero movimiento.
Cabe destacar que dicha función es muy útil en subidas muy pronunciadas o incluso en ascensos off-road muy rotos, en los que las ebikes de estilo trail o enduro aportan el empuje necesario allí donde es complicado llegar a dar una pedalada completa. Pero el uso de los modos de mayor asistencia también deriva en conducciones agresivas por parte de algunos usuarios de ebikes, y parece que la única manera de poner coto a los irresponsables es modificar la normativa para que sean los fabricantes los que pongan los límites ya ‘en casa’.
Lo que parece más probable es que Europa acabe incluyendo en la ley de las bicicletas eléctricas pedelec una limitación de la potencia máxima entregada (que no nominal o continuada) de 750 watios, que es de hecho la potencia permitida en EEUU en las ebikes de serie. Además, también se habla de que la asistencia del motor eléctrico no podrá ser superior a 1:4 en relación a la aportada por el ciclista, cuando ahora mismo se permite una multiplicación mucho mayor.
Lo que se perdería con este cambio en la ley de las pedelec

Esto, en caso de confirmarse, le complicaría la vida a aquellos que hacen un uso especialmente endurero y necesitan ese ‘boost’ extra para salir de algunos apuros off-road, sobre todo si hablamos de ascensos muy inclinados y rotos. Lo que significa que los fabricantes pueden perder cuota de mercado en aquellos modelos de este tipo que se veían como una interesante propuesta eMTB para entrenar y practicar de forma exigente.
Habrá que esperar a la confirmación y puesta en marcha oficial por parte de la Unión Europea, pero hay fabricantes que tienen ya bastante claro que ocurrirá, como es el caso de Bosch, que ha limitado la potencia máxima entregada de su motor CX de quinta generación a 750 watios, mientras que la entrega de par máxima sube a 100 Nm, y la potencia nominal se mantienen en los 250 watios regulados por la ley de las pedelec.