Si dices “Renault 4”, a mucha gente se le enciende la mirada. Era el coche que servía para todo, desde ir al pueblo, cargar medio piso, cruzar media España lleno de trastos o bajar a la playa con las ventanas abiertas. El famoso “cuatro latas” era humilde, sí, pero también ingenioso, práctico y sorprendentemente divertido.
El nuevo Renault 4 E-Tech no pretende vivir de la nostalgia, pero sí rescatar ese espíritu y traducirlo a clave eléctrica, urbana y muy lifestyle. No vamos a hablar de kWh, ni de fichas técnicas, de eso ya se encargan los catálogos. Aquí vamos a lo que hace que este modelo sea tan compartible como reconocible.
Estas son las 7 curiosidades que te ayudan a entender al nuevo “cuatro latas eléctrico” casi de un vistazo:
1. Un techo textil “plein sud” para vivir siempre en verano
La primera sorpresa no está en la pantalla, sino encima de tu cabeza. Renault 4 E-Tech puede montar un techo textil “plein sud” retráctil, un guiño clarísimo al espíritu aventurero del modelo original.
No es solo un techo practicable más, es casi una declaración de intenciones. Lo abres y el coche se convierte en tu “terraza móvil”, con el que puedes disfrutar de un atardecer frente al mar, un picnic en el campo o un festival de verano con los amigos. Y tú ahí, con media carrocería abierta al cielo como si fuera lo más normal del mundo.
Es la versión eléctrica de aquellos viajes con el “4L” cargado hasta el techo, las ventanillas bajadas y el viento haciendo de aire acondicionado. Solo que ahora lo haces en silencio, sin humo y con Spotify sonando en alta definición.
2. El asiento del copiloto que se tumba como una cama
La segunda curiosidad y, probablemente la más inesperada, es el asiento del copiloto que se puede plegar totalmente plano. Es la primera vez que Renault ofrece algo así en un eléctrico de la marca.
¿Y qué sentido tiene esto? Mucho más de lo que parece. Así puedes meter dentro objetos tan variados como una tabla de surf, los esquís o la bici sin desmontar. También cargar muebles y paquetes largos sin pelearte con el maletero e, incluso, improvisar un despacho móvil.
El viejo “4L” era famoso por su capacidad de carga y por su interior “tipo furgoneta”. Este truco del asiento plano es la forma moderna de decir: “tranquilo, aquí sigue cabiendo toda tu vida”.
3. Un diseño nuevo lleno de guiños al “cuatro latas”
Aunque es un coche totalmente nuevo, el diseño de Renault 4 E-Tech está lleno de detalles que cualquier fan del “cuatro latas” reconocerá al momento. Cuenta con una parrilla frontal reinterpretada, con ese aire simpático y casi “cara de personaje” que tenía el original. También con formas redondeadas y limpias, sin líneas agresivas, que recuerdan más a un objeto de diseño que a un SUV más.
Pero también con la forma del pilar trasero y el portón, que evocan la silueta tan característica del “4L” y, por supuesto, el emblema posterior, que rinde homenaje directo a los logos históricos. Es como ver una versión “HD” del coche de siempre, con el mismo espíritu, pero redibujado con regla, compás… y un diseñador que se ha pasado muchas horas mirando al “cuatro latas” clásico.
4. Del coche del pueblo al eléctrico para todo: mismo ADN, otro tiempo
El Renault 4 original era, sobre todo, un coche para todo. Lo mismo servía para un médico rural que para un estudiante, para un agricultor que para una familia joven. El R4 E-Tech intenta repetir esa fórmula en 2025, como un eléctrico pensado para ser coche único, no un capricho secundario.
Por tamaño y por postura, coquetea con el mundo SUV, pero mantiene esa sensación de coche fácil, con una altura suficiente para subir y bajar sin agacharte, una buena visibilidad para moverte por ciudad y un interior modulable para combinar vida urbana y escapadas. No quiere ser “el eléctrico de postureo”, sino ese coche que eliges porque te resuelve la semana.
5. Tecnología muy actual, pero con la sencillez de antes
Otra curiosidad del Renault 4 E-Tech es cómo mezcla tecnología muy actual con una filosofía muy sencilla. Tienes todo lo que esperas de un eléctrico moderno, con pantallas para la instrumentación y el sistema multimedia, conectividad con el móvil, asistentes de conducción o servicios online, como navegación, apps…
Pero la sensación general no es de “cabina de avión”. El interior se ha pensado para que lo entiendas casi al instante, con mandos claros, menús intuitivos y, sobre todo, ese toque cálido y desenfadado que ya tenía el “4L”, ahora reinterpretado con materiales y colores actuales.
En lugar de abrumarte con mil modos y submenús, la idea es que puedas “entenderlo en tres minutos”. Subes, emparejas el móvil y estás listo para salir sin leerte un manual de 200 páginas.
6. Una gama de versiones con “rollo” propio
Otra de las curiosidades del Renault 4 E-Tech es que no se limita a cambiar colores y llantas, pues cada acabado tiene su propia personalidad. Más que gamas frías de equipamiento, parecen “roles” distintos del mismo coche.
Hay versiones con un aire más aventurero, pensadas para escapadas, con detalles más robustos, protecciones visibles y ese look de “me voy de fin de semana y no sé cuándo vuelvo”. Otras tienen un enfoque más urbano, con combinaciones de color más elegantes, llantas de corte más minimalista y un interior que encaja perfecto con la vida de ciudad. Y no falta el toque neo-rural, ese punto camper, natural y desenfadado que recuerda al “cuatro latas” que se veía tanto en pueblos como en capitales.
La idea de fondo es muy clara. No eliges solo el color, eliges el tipo de vida que quieres contar con tu coche. El mismo Renault 4 E-Tech puede ser el compañero de oficina de lunes a viernes, o el cómplice de tus planes de montaña, dependiendo de cómo lo configures. Y ahí está parte de su encanto.
7. Accesorios y soluciones de carga para llenarlo de trastos (con estilo)
Si algo hizo grande al “4L” original fue su capacidad para cargar con todo, ya fuese maletas, cajas, bicis, perros, herramientas o medio trastero. El Renault 4 E-Tech recoge esa herencia con un catálogo de accesorios y soluciones de modularidad que son, por sí mismos, otra curiosidad del modelo.
Piensa en barras de techo, portabicis, portaequipajes tipo cofre o, incluso, baúles que recuerdan a esas “maletas vintage” que veíamos en las fotos antiguas, pero ahora con diseño moderno y bien integrado en la carrocería. La idea es que puedas seguir llevando la baca hasta arriba, solo que ahora todo encaja mejor, es más aerodinámico y, de paso, más fotogénico.
A eso se suman detalles prácticos en el interior, como redes, ganchos, dobles fondos y soluciones para sujetar desde la compra semanal hasta el equipo de deporte o el material de trabajo.
Al final, lo que hace especial al Renault 4 E-Tech eléctrico no es un dato aislado, sino la suma de todos estos detalles. Porque este nuevo modelo no viene a reemplazar el recuerdo del “4L”, sino a continuar la historia con otro idioma, el de los kWh, las apps, las ZBE y la movilidad eléctrica. Pero con la misma idea de fondo: un coche honesto, práctico, ingenioso y mucho más divertido de lo que parece a primera vista.