La tecnología asociada a la automoción ha evolucionado más en la última década que en casi todo el siglo pasado. Los coches son cada vez más avanzados. Gran parte de esas evoluciones técnicas se centran en áreas como el confort, la dinámica y la seguridad. Sin embargo, tanta tecnología puede ser, en ocasiones, una constante fuente de problemas y retrasos. Volvo sabe muy bien a qué nos referimos. Tal es así que los suecos han decidido poner punto y final a uno de sus contratos más importantes, poniendo en riesgo la supervivencia de su proveedor.
Volvo forma parte del Grupo Geely, pero en algunas cuestiones trabaja de forma independiente. Los suecos están obsesionados con la seguridad de sus coches. Para el año 2050 se han propuesto el ambicioso objetivo de cero víctimas mortales en accidentes de tráfico, donde esté implicado un Volvo. Para eso hace uso de todo tipo de técnicas y sistemas. Desde la evolución del cinturón de seguridad que ellos mismos patentaron hace décadas, hasta el uso indiscriminado de asistentes a la seguridad que vigilan en todo momento el perímetro del vehículo.

Luminar pierde a su mayor cliente y queda al borde de la bancarrota
Los LiDAR son para muchos el próximo paso en la evolución de la seguridad activa. Un radar de última generación capaz de detectar obstáculos de una forma mucho más precisa que cualquier sistema anterior. Su visión se sitúa varios centenares de metros por delante del propio vehículo, lo que le permite identificar, pensar y actuar con tiempo antes de que se produzca un accidente. Volvo, Geely y muchas otras marcas han generalizado su uso, aunque en el caso concreto de Volvo no ha generado más que problemas y retrasos.
El Volvo EX90 fue el primer coche de la casa en disfrutar de él y también la fuente habitual de retrasos durante el desarrollo. En Volvo parecen estar hartos del LiDAR y de su proveedor, Luminar. Tal es así que los suecos han cancelado el contrato de cinco años dejando así a Luminar en una más que incómoda posición. Recientemente, la empresa ha incumplido varios pagos de sus préstamos y son muchos los que aseguran que la junta directiva está renegociando con los acreedores para encontrar una solución que evite tener que declararse en bancarrota.

Como parte de este nuevo enfoque, Volvo ha decidido que todos los coches producidos en 2026 no contará con radar LiDAR hasta que no encuentren un proveedor seguro que garantice las entregas constantes y seguras y que les ahorre todos los problemas con los que han convivido hasta ahora. “Volvo Cars ha tomado esta decisión para limitar la exposición al riesgo de la cadena de suministro de la compañía, y es consecuencia directa del incumplimiento por parte de Luminar de sus obligaciones contractuales con Volvo Cars”, ha declarado la compañía sueca en un comunicado emitido a un famoso medio tecnológico americano.