¿Qué precio estás dispuesto a pagar por la tecnología más avanzada del mundo? Seguro que cada uno de nosotros daría una cifra diferente, pero lo que es seguro es que a Porsche se le da muy bien poner precio a sus tecnologías y equipamientos opcionales. Los alemanes son expertos en la materia. Como siempre suelen hacer ante cada nuevo lanzamiento, Porsche aprovechará la presentación de su nuevo Cayenne eléctrico para lanzar al mundo el primer sistema de carga por inducción. Una chuchería técnica tan impresionante como cara.
Es lo que suele pasar con los avances. Cuando una marca está en posesión de una tecnología o producto exclusivo puede ponerle el precio que quiera y, como ya hemos dicho, a Porsche se le da de maravilla poner cifras. Al fin y al cabo llevan más de 75 años evolucionando. El nuevo Cayenne será toda una joya de la ingeniería germana. Ya lo hemos visto en más de una ocasión a lo largo de los últimos meses, en lo que Porsche ha reforzado la visibilidad de sus múltiples fases de desarrollo. El lanzamiento oficial se producirá en cuestión de meses, posiblemente antes de que acabe el año.

Carga sin cables con un 90% de eficiencia
Las dudas que han rodeado al proyecto han sido múltiples teniendo en cuenta la inestabilidad comercial que han atravesado los coches eléctricos de Porsche. El revolucionario Taycan apenas tiene ya incidencia en las ventas, mientras que el nuevo Macan está alcanzando los objetivos previstos. El Cayenne es un producto diferente, más complejo y caro. Debe ofrecer características completamente diferentes al resto de sus hermanos y por eso su preparación se está extendiendo mucho más de lo esperado. Porsche quiere ofrecer a sus clientes un producto de calidad cargado de razones para hacernos olvidar la combustión.
Parte de ese esfuerzo llega de la mano del primer sistema de carga inductiva del mundo. Aunque muchas han sido las empresas que lo han estudiado, Porsche es la primera que ofrecerá el sistema como parte de un equipamiento opcional que podría costar casi 7.000 euros. Solo la base de carga costará más de 5.000 euros y a eso hay que sumar todos los componentes y la tecnología instalados en el propio vehículo. Eso quiere decir que, en comparación con el tradicional punto de carga doméstico, la carga sin cables es unas 7 veces más cara. Es mucho dinero.

El sistema se puede instalar en un garaje cerrado o al aire libre. Según los ingenieros de Porsche, será tan sencillo como aparcar encima -correctamente- y dejar que la tecnología obre su magia. El sistema permite carga a una potencia máxima de 11 kW, a 48 amperios en corriente monofásica y a 16 amperios en trifásica. La eficiencia de carga es del 90% un poco menos del habitual 94% de los cargadores mediante cable. En corriente continua podrá recuperar 300 kilómetros de autonomía en apenas 10 minutos. Como ya hemos dicho al principio, cada uno decidirá si le merece la pena instalar este sistema en casa, pero lo que está claro es que barato no va a ser.