Toda la industria del motor se ha fijado reducir su impacto ambiental de cara a los próximos años. Europa es el continente más exigente en cuanto a dichos objetivos, prohibiendo de forma fulminante la venta de vehículos térmicos, salvo excepciones, a partir de 2025. No sólo los ciudadanos tendrán que acogerse a este nuevo horizonte de cero emisiones, también las empresas relacionadas con la industria. Como el principal suministrador de baterías para vehículos eléctricos, CATL debe dar ejemplo y lo está haciendo. Una de sus fábricas en China consigue un éxito en cuanto a eficiencia y sostenibilidad que ataca uno de los principios básicos de los retractores del coche eléctrico.
Existen muchos argumentos a favor de la movilidad sostenible, pero aquellos que reniegan de ella suelen acusar a los coches eléctricos de vehículos de alta contaminación por todo el proceso que conlleva producir una unidad. Si bien un coche térmico contamina mucho durante su ciclo de vida útil, los eléctricos emiten menos gases contaminantes durante su etapa de uso, pero no podemos decir que sea un proceso 100% sostenible ya que la producción y la extracción de los materiales necesarios no es la más ecológica del mundo.
Sin embargo, paso a paso, se van mejorando y optimizando todos los procesos para hacer del coche eléctrico el arma definitiva para salvar el medioambiente. La producción de la batería debe dar ejemplo y CATL, como el mayor fabricante del mundo, también. Los chinos están de enhorabuena ya que su planta de Zhaoqing, en la provincia de Guangdong, ha recibido el certificado de neutralidad de carbono PAS 2060 por parte del organismo internacional SGS. En 2022 la fábrica consiguió operar con una absoluta neutralidad de carbono. Es la segunda factoría de CATL en recibir dicho galardón.
La primera fue, tiempo atrás, la planta de Yibin en Sichuan. La compañía tiene repartidos por todo el mundo un total de 13 fábricas dedicadas exclusivamente a la producción de baterías para vehículos eléctricos. CATL espera que sus principales plantas de producción sean 100% neutrales en carbono a partir de 2025 y que ese éxito llegue a toda la cadena de valor en 2035. El objetivo no es nada sencillo, pero si alguien puede lograrlo es ella. Mientras tanto, los planes de la compañía siguen contemplando una expansión global para acercar al resto del mundo la producción de las baterías más usadas de la industria.
CATL no sólo es líder en fabricación y suministro de baterías, también en tecnología centrada en mejorar el rendimiento y la autonomía de las mismas. Hace escasos días presentaron al mundo una superbatería de LFP capaz de recuperar 400 kilómetros de autonomía en apenas 10 minutos. Entre sus muchas particularidades destaca el bajo coste de producción. Según estima la empresa, este revolucionario producto, denominado Shenxing, podrá iniciar su producción dentro de unos meses, llegando al mercado de forma oficial en algún momento del año que viene. Recientemente, también han presentado mejoras técnicas para incrementar la autonomía en climas fríos.
