Rivian es una de las pocas start-ups de coches eléctricos que ha conseguido prosperar. La marca estadounidense empezó su andadura con la dupla de R1S y R1T, un SUV y una pick-up de tamaño grande, pero hace tiempo que anunció la llegada de modelos de acceso a su gama. El más barato será el Rivian R3 y en un punto intermedio estará el Rivian R2, único del que por el momento ha dado precio y del que ha confirmado que se mantendrá incluso si Estados Unidos decide retirar las ayudas estatales.
La compañía anunció una tarifa de acceso de 45.000 dólares, pero, dado que el vehículo no comenzará a producirse hasta 2026, sus accionistas estaban preocupados por si, para entonces, el conocido como ‘EV Tax Credit’ desaparece, además de por las consecuencias de las políticas de aranceles de Donald Trump. El CEO de Tesla, R.J. Scaringe, ha querido tranquilizarlos.

Pendientes de la evolución política, pero tranquilos.
En una llamada a los inversores, según recoge InsideEVs, explicaba: “Esta es una situación dinámica, así que quiero asegurarme de que la tengamos en cuenta, pero no planeamos cambios en nuestro precio inicial de 45.000 dólares. Esto es importante para nosotros y estamos trabajando activamente en varias variables”.
Aunque admitió que “no somos inmunes a los impactos de la situación económica y comercial mundial, que prevemos que afectarán los costos y la disponibilidad de materiales, los gastos de capital y el contexto de la demanda”.
Es algo lógico puesto que en parte están a merced de las políticas del gobierno. Al tratarse de una marca que fabrica sus coches en Estados Unidos, están exentos del arancel del 25% que se va a aplicar a todos los automóviles importados. Sin embargo, no se libran de los impuestos, también del 25%, que se aplican a los componentes que tienen procedencia extranjera. En este aspecto, con la gran cantidad de proveedores que se necesitan para producir cualquier automóvil, inevitablemente hay piezas que se importan desde fuera de EE.UU., por lo que coste de fabricación debería aumentar.
A pesar de ello, la compañía quiere que no afecte al precio de venta del Rivian R2 porque va a ser un modelo muy importante para ellos.
Durante la conferencia, Scaringe repasaba la trayectoria de la empresa. En 2023 entregó poco más de 50.000 vehículos y en 2024 alcanzó los 51.579. La variación es mínima, algo que se debe a que sus modelos a la venta (los dos R1 y la furgoneta) tienen un precio elevado: de media los coches que han vendido han sido por 88.500 dólares.
Esto tiene sus puntos positivos, pero también negativos: “Así que tenemos un precio promedio de venta muy alto, lo cual es una gran ventaja para nuestro producto estrella. Pero, por ello, el tamaño de ese mercado es simplemente más limitado”.
De ahí la importancia del R2, un coche más barato que debería abrir la marca a un abanico más amplio de potenciales clientes, por lo que el precio asequible, sobre todo distanciado del de sus hermanos mayores, es clave para que funcione bien a nivel comercial.

Un SUV medio que va a por el Tesla Model Y
Los R1S y R1T son modelos que tienen un enfoque más concreto, puesto que son grandes y uno de ellos es una pick-up. Sin embargo, con el Rivian R2 la marca aterrizará en el segmento de los SUV medios, en el que milita un Tesla Model Y que ha sido el coche más vendido del mundo, lo que pondrá en su cartera un producto con una vocación más global.
Calca el diseño de los modelos ya conocidos, con formas rectangulares y unos grupos ópticos fácilmente reconocibles, pero aplicado a un formato más reducido. Tiene una longitud de 4.715 mm, una anchura de 1.905 mm, una altura de 1.700 mm y una distancia entre ejes de 2.935 mm.
Su apartado mecánico continúa siendo un enigma, puesto que la marca no ha facilitado más información de la que dio cuando el modelo se presentó hace ya más de un año.
Tendrá una gama compuesta por tres versiones. La de acceso será de tracción trasera con un solo motor, la intermedia ya empleará dos bloques para conseguir la tracción integral y la superior también será 4x4, pero su sistema de propulsión estará integrado por tres motores. Solo se sabe que la autonomía máxima del modelo estará por debajo de los 500 km y que su versión más rápida tardará menos de tres segundos en completar el sprint de 0 a 100 km/h.
La producción del Rivian R2 está prevista para la primera mitad de 2026 y tendrá lugar en la planta que la marca tiene en Normal, Illinois, Estados Unidos. Por el momento no se ha desvelado cuándo empezarán las entregas, aunque lo lógico es que fuera a lo largo del mismo año.