La infraestructura de recarga para vehículos eléctricos sigue creciendo en España, aunque todavía presenta importantes carencias. Según datos de Faconauto, recogidos de la aplicación REVE, en julio de 2025 había 43.559 puntos de recarga operativos, lo que supone un crecimiento del 35,2% respecto al año pasado y un 7,7% más que en el primer trimestre del año.
Un parque de más de 450.000 eléctricos
El avance de la red llega en paralelo al incremento del parque eléctrico nacional. A finales de 2024 circulaban en España 459.225 vehículos eléctricos, lo que sitúa el ratio en 10,5 coches por cada punto operativo. Una proporción que, aunque razonable, evidencia la necesidad de acelerar el despliegue de nuevas infraestructuras para atender la creciente demanda.

En lo que va de 2025, las matriculaciones mantienen un ritmo sólido: hasta julio se han vendido 123.315 coches eléctricos puros e híbridos enchufables, superando ya las cifras de todo 2024.
13.000 puntos instalados pero sin servicio
El dato menos positivo es que 13.072 terminales instalados aún no están en funcionamiento, es decir, un 22% del total. De haberse activado, la red podría acercarse ya a los 60.000 puntos de recarga.

Para Faconauto, la situación refleja que España “tiene capacidad real de transición hacia la movilidad eléctrica”, pero advierte de que los retrasos en la puesta en marcha de cargadores ralentizan el proceso.
Carga ultrarrápida: todavía minoritaria
Otro aspecto clave es la potencia de los equipos disponibles. Solo 4.008 cargadores son ultrarrápidos (más de 150 kW), lo que representa un 8,6% de la red total. Desde la patronal de concesionarios insisten en que es imprescindible multiplicar este tipo de instalaciones para que los usuarios puedan viajar largas distancias con comodidad, especialmente en épocas de vacaciones.
Además, la red no está repartida de manera uniforme. Tres comunidades, Cataluña (9.125 puntos), Madrid (4.973) y Andalucía (4.676), concentran el 43% de todos los cargadores del país. Esta desigualdad territorial refleja distintos ritmos en la implantación de la movilidad eléctrica y deja a regiones enteras en clara desventaja.
Faconauto reclama a las administraciones la eliminación de trabas burocráticas que retrasan la puesta en marcha de nuevos puntos, así como medidas más específicas para impulsar la electrificación. En comparación con países como Portugal, Francia o Alemania, España avanza a menor velocidad, a pesar del crecimiento reciente.
“La infraestructura está avanzando, pero todavía es necesario adoptar medidas concretas que agilicen su despliegue y eliminen las barreras que siguen limitando la electrificación”, concluye Marta Blázquez, presidenta de Faconauto.