Toyota siempre ha defendido una estrategia de “just in time”. Lanzar los coches necesarios en el momento oportuno. Los japoneses siempre han asegurado que la electrificación no es el futuro exclusivo para todo el mundo. Los intereses de Toyota son a nivel global. Desde las avanzadas carreteras europeas hasta las más particulares condiciones de África. Para cada región Toyota aplica una estrategia diferente y los resultados demuestran el gran éxito que están teniendo. También en China, donde su nuevo SUV eléctrico ya puede considerarse como un éxito de masas.
En abril de este año debutó el Toyota bZ3X con motivo del Salón del Automóvil de Pekín. Un SUV impulsado por baterías nacido de la estrecha colaboración entre Toyota y el fabricante local GAC. El mercado chino se ha convertido, por volumen de ventas, en el más importante a escala internacional. Todas las marcas centran su atención en el país. La estrategia de Toyota con respecto a los eléctricos en China es firme. La familia bZ ha crecido en los últimos años, a diferencia de Europa donde la fórmula comercial ha presentado cambios significativos. Como por ejemplo los nombres.
Toyota emplea fórmulas diferentes de comercialización
El bZ3X emplea la plataforma eléctrica de Toyota e-TNGA. La misma que emplea el bZ4X o el nuevo Toyota C-HR+ europeo. En este caso la estructura se adapta a unas medidas muy contenidas: 4,64 metros de largo. Proporciones que en Europa lo englobarían en el segmento D-SUV. Además de un generoso equipamiento de serie, que incluye elementos ya habituales como radar LiDAR y pantallas de gran tamaño, el bZ3X ofrece un gran rendimiento eléctrico en cualquiera de sus versiones. Ofrece autonomías homologadas de entre 430 y 610 kilómetros (ciclo CLTC) para módulos de baterías de 50,04 y 67,92 kWh de capacidad, respectivamente.
La asociación Toyota-GAC está generando un gran interés en China. El pasado mes de noviembre salió a la venta el nuevo Toyota bZ7. Una elegante berlina con tecnología de Xiaomi y mecánica de Huawei. Una especie de trampantojo eléctrico que ha tenido muy buena acogida. ¿La clave del éxito de los bZ7 y bZ3X? El precio. El caso del SUV es especialmente significativo. Apenas una hora después de ponerlo a la venta Toyota ya había recibido 10.000 reservas por el coche. Un SUV eléctrico que cuesta, como mínimo 109.800 yuanes, unos 13.375 euros al cambio de divisa.
Por ese precio no es de extrañar que el bZ3X haya sido una vez más el coche eléctrico extranjero más vendido en el competitivo mercado chino. El mes pasado, en noviembre, Toyota entregó 10.010 unidades en un solo mes. Son más de 62.000 las unidades entregadas desde el pasado mes de mayo, fecha en la que arrancó la comercialización. El bZ3X se ha impuesto a otros atractivos modelos de marcas extranjeras como el Volkswagen ID.3, el BMW i3 o el Nissan N7. Lamentablemente, Toyota no exportará su exitoso SUV eléctrico a otros mercados. Los costes del viaje, así como los gastos derivados de la homologación elevarían considerablemente el precio de venta.