Las marcas intentan llegar al mercado cuanto antes, aunque eso supone correr más de lo recomendable. Los coches de hoy son extremadamente complejos de fabricar, diseñar y desarrollar. Su intrincada tecnología se convierte, en ocasiones, en un problema de difícil solución. Las noticias de retrasos son cada vez más habituales. Volvo sabe mucho de este tema. Los suecos han trabajado muy duro para ofrecer uno de los SUV eléctricos más interesantes del mercado, pero los primeros resultados distan mucho de ese efecto. Consumer Reports advierte de una larga lista de problemas, “es un SUV eléctrico sin terminar”.
Los fallos son algo habitual en la industria actual. Pequeños problemas que en la mayoría de las ocasiones tiene la fácil solución de una actualización remota. Es normal. Se entiende que a pesar de las miles de horas de trabajo y puesta a punto se detecten fallos durante los primeros compases de la vida de un producto, más si cabe en uno tan avanzado como es el Volvo EX90. Estamos ante uno de los coches eléctricos más complejos y tecnológicamente avanzados del mundo. El mejor coche que Volvo haya fabricado nunca, pero ese estandarte de tecnología es lo que ahora le está complicando la vida. Los primeros problemas se detectaron hace ya dos años.

Muchos problemas con el software y quejas puntuales con la carga
De hecho, los suecos tuvieron que retrasar su lanzamiento tras detectar numerosos inconvenientes y defectos durante su fase de desarrollo. Muchos de esos fallos procedían de un software extremadamente complejo. La conexión entre la tecnología de Geely y la de Volvo no terminaba de encajar. Finalmente, tras meses de retraso, el EX90 fue presentado en sociedad como el coche más seguro del mundo con cifras realmente impresionantes. Sin embargo, ocultos a la vista se escondían muchos defectos. De hecho, las primeras unidades fueron entregadas con opciones de equipamiento no activadas. Volvo prometió a sus clientes activarlas con el paso del tiempo una vez se hubiesen resuelto los contratiempos.
Consumer Reports es una de las publicaciones más reconocidas de la industria. Su trabajo habitual es el de analizar productos y redactar informes con aspectos positivos y negativos. Famosas son sus listas de fiabilidad que elaboran periódicamente en Estados Unidos. Ahora, los redactores de la revista han tenido acceso al nuevo Volvo EX90. Los resultados no han sido positivos. Más bien todo lo contrario. La crítica es bastante mordaz. Se han detectado numerosos problemas, principalmente con el software. Sistemas defectuosos, funciones inactivas y numerosos pequeños fallos que resultan difíciles de asimilar cuando hablamos de un coche de más de 80.000 euros. Conste que se trata de una unidad comprada anónimamente, no de una cesión especial por parte de la marca.

Con apenas 1.600 kilómetros realizados en primera instancia, el coche ha tenido que visitar dos veces el taller oficial por diversos problemas como la luz de advertencia del airbag o un fallo en el sistema de plegado de la última fila de asientos. La pantalla central ha recibido muchas críticas al apagarse o fallar en repetidas ocasiones, así como algunos asistentes y ayudas a la conducción que emiten alertas sin motivo justificado. Incluso han llegado a tener problemas con la carga, resueltas de forma espontánea tras unas horas con el coche aparcado. Por todo ello no es de extrañar que Consumer Reports haya lanzado una crítica bastante mordaz y dura sobre el nuevo Volvo EX90. Nosotros ya lo hemos probado y los primeros kilómetros transcurrieron sin problemas.