Stellantis asesta el golpe definitivo a una tecnología que nunca ha llegado a ser la alternativa

El futuro de hidrógeno está cada vez más comprometido. Stellantis anuncia que abandona todos sus proyectos en marcha ante las pocas perspectivas que presenta su uso masivo.

El hidrógeno ha sido durante mucho tiempo considerado como la mejor alternativa.
El hidrógeno ha sido durante mucho tiempo considerado como la mejor alternativa.
16/07/2025 13:30
Actualizado a 16/07/2025 13:30

El coche eléctrico centra y acapara todo el interés de la industria. Hoy es la única alternativa viable al fin de los combustibles fósiles. Durante décadas, los científicos han estudiado sistemas de movilidad alternativos, pero ninguno de ellos ha llegado a situarse como una opción viable. El hidrógeno tampoco lo será. El elemento más abundante del mundo tiene muchas y buenas cualidades, pero sus inconvenientes son mayores. Tras varios años estudiando su aplicación, Stellantis anuncia ahora que suspende todos los proyectos en marcha. La vía del hidrógeno recibe así un golpe casi de muerte que condena su uso en el futuro.

La noticia que ahora transmite Stellantis es una más de las muchas que se han producido a lo largo de los últimos años. Los fabricantes, ansiosos por explorar nuevos mundos y sistemas de movilidad optaron por el hidrógeno como fórmula definitiva para erradicar la contaminación del tráfico. A priori, la lógica natural estaba ahí. Es el elemento más abundante del universo, se encuentra en multitud de compuestos, desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos. Una fuente inagotable de energía limpia y duradera. ¿La solución perfecta? La realidad es que no.

Peugeot Hydrogen
Stellantis había creado toda una gama de vehículos industriales impulsados por células de combustible.

El fin de la era del hidrógeno esta cada vez más cerca 

El hidrógeno siempre se encuentra asociado a uno o más compuestos por su alta volatilidad. Es un elemento extremadamente ligero que genera una rápida y explosiva reacción cuando se consume. Una reacción que si se controla puede generar enormes cantidades de energía con muy poco material. Una solución ideal con dos inconvenientes principales. El primero es su tendencia natural a explotar -de ahí que los vehículos basados en el hidrógeno usen tanques presurizados a prueba de balas-. El segundo es lo extremadamente costoso que es disociar el compuesto de sus acompañantes.

Separar dos moléculas de hidrógeno de una gota de agua requiere elevadas cantidades de energía. Una energía que sólo tiene lógica si se obtiene mediante fuentes renovables. Es lo que se conoce comúnmente como hidrógeno verde. Por el contrario, la necesidad energética no se compensa con la cantidad de hidrógeno resultante. Durante años, expertos han buscado la fórmula para generar hidrógeno de forma más sencilla y sostenible, pero no han dado con la solución. Los procesos han mejorado, pero la inversión es cada vez menor teniendo en cuenta su bajo aprovechamiento en la industria.

Stellantis Hidrógeno
Stellantis busca nuevas vías de colaboración con Symbio, su socio en materia de hidrógeno.

Stellantis comunica ahora que se baja del carro del hidrógeno dejando a BMW y a Toyota solas. Ambas marcas desarrollan sistemas combinados. De hecho, BMW pronto iniciará la producción de un X5 de hidrógeno. Por su parte, el conglomerado ha decidido interrumpir todos sus programas de desarrollo de tecnologías de celdas de combustible de hidrógeno. La producción en serie de furgonetas impulsadas por hidrógeno ha concluido precipitadamente. De igual forma, Stellantis está estudiando posibles alternativas con sus colegas de Symbio, empresa francesa líder en el materia de hidrógeno.