La del Toyota Mirai es una historia sobre una tecnología que tenía por delante un futuro brillante pero que acabó condenada al ostracismo. Lanzado a finales de 2014 en Japón, en 2015 en Estados Unidos -el que debería ser su mayor mercado- y en 2016 en Europa; aunque se renovó por completo en 2021, las ventas de este Toyota nunca acabaron de despegar, a medida que las promesas sobre un enorme despliegue de hidrolineras se fueron desvaneciendo.
Con un motor eléctrico de 182 CV y 300 Nm que consume hidrógeno, este icono de Toyota cuenta con tres depósitos para este gas, gracias a lo que ofrece una autonomía de hasta 650 kilómetros. A ello se une una carrocería berlina apta para cuatro ocupantes que, con 4,97 metros de largo, ofrece un maletero de 321 L de capacidad.

Hoy día, este icono apenas se vende, y eso que tiene un 70% de descuento
En Europa, las ventas del Toyota Mirai y del Hyundai Nexo, los dos coches con tecnología de pila de combustible -que convierte hidrógeno en electricidad- a la venta en el Viejo Continente, son más que residuales.
Y en Estados Unidos, las matriculaciones del Toyota Mirai representaron en 2024 apenas el 0,02% de las ventas de Toyota en este mercado. Sólo se matricularon 499 unidades, lo que ha llevado a Toyota a ofrecer para este modelo descuentos de hasta el 70%, además de combustible gratis. Con ello, el Toyota Mirai, un coche que en España se vende desde 74.200 euros, en Estados Unidos se vende apenas por 17.005 dólares ó 16.300 euros al cambio equivalente.
Pero el principal problema de este icono de la tecnología de Toyota no son siquiera las bajas ventas, el problema es que un grupo de propietarios del Toyota Mirai de California han interpuestso una demanda contra la marca, además de contra la administración de este estado norteamericano, el propio gobernador y, también, contra el principal operador de estaciones de hidrógeno de Estados Unidos; tal y como publican desde el portal Teslarati.

¿El motivo de esta demanda? Se sienten engañados dado que, pese a las promesas que durante años hicieron tanto la administración de este estado como los operadores de hidrógeno, el número de hidrolineras no sólo no ha crecido, sino que se ha reducido notablemente, lo que supone que alguno de los propietarios haya sufrido colas de hasta 4 horas para poder recargar hidrógeno en una de las pocas hidrolineras que quedan en el Estado de California.
A ello hay que sumar el incremento del precio del hidrógeno, lo que ha hecho que muchos propietarios hayan tenido que dejar de usar su Toyota Mirai debido al coste que les supone en dinero y en recorridos a la hora de repostar, pero también por el estrés que les genera.
Esta demanda, presentada ante el Tribunal de Los Ángeles y que acusa a los demandados de negligencia pero incluso también de fraude, ha vuelto a la actualidad después de que varias decenas de manifestantes realizaran una marcha en Los Ángeles el pasado mes de junio.
Pero, ¿qué está haciendo Toyota ante esta situación? De entrada, la marca ha confirmado al diario Sacremento Bee, uno de los más importantes de la capital de California, que ya no comercializa el Mirai en dicha zona.
Además, está apoyando a los usuarios afectados mediante la cesión de vehículos -térmicos o eléctricos de batería- de alquiler; algo que también ha tenido que hacer Hyundai dada la escasez de puntos de repostaje para que los compradores de estos vehículos de pila de combustible puedan utilizar con normalidad sus vehículos.