Elon Musk, fundador de Tesla y propietario de X (antes Twitter), ha anunciado la creación del “Partido de América” (America Party), una nueva formación política que busca fracturar el actual sistema bipartidista de Estados Unidos. La decisión llega tras una ruptura pública con el presidente Donald Trump y una contundente encuesta realizada en su red social, donde más del 65 % de los votantes apoyaron la creación de un tercer partido.
“¡Por una relación de 2 a 1 queréis un nuevo partido político y vais a tenerlo!”, proclamó Musk este 4 de julio, Día de la Independencia. “Hoy se crea el Partido de América para devolveros vuestra libertad”, añadió, criticando lo que califica como un “sistema de partido único disfrazado de democracia”.
El empresario se ha mostrado especialmente crítico con el reciente paquete fiscal aprobado por la administración Trump, calificándolo de “despilfarro monumental”. Aunque en el pasado Musk colaboró con la Casa Blanca en temas regulatorios, su distanciamiento ha sido progresivo hasta esta ruptura definitiva.
Inspirado en estrategias militares históricas, Musk citó al general griego Epaminondas como modelo de su plan: “Fuerza extremadamente concentrada en un solo punto del campo de batalla”. Con esto, propone centrar recursos en unas pocas circunscripciones clave del Congreso para tener un impacto legislativo decisivo.
Según Musk, bastaría con conquistar dos o tres escaños en el Senado y una decena en la Cámara de Representantes para romper el equilibrio político actual. “Con márgenes tan estrechos, podemos inclinar la balanza a favor del pueblo”, aseguró.
De momento, no se han revelado detalles sobre el ideario o los candidatos del nuevo partido, aunque la legislación estadounidense permite lanzar este tipo de iniciativas sin necesidad de registrarlas formalmente ante la Comisión Electoral Federal, salvo que superen ciertos umbrales de financiación electoral.
Este anuncio se enmarca en un momento clave para la política estadounidense, con las elecciones a la vuelta de la esquina y una ciudadanía cada vez más desencantada con las estructuras tradicionales. La jugada de Musk, polémica y estratégica, podría ser el principio de un nuevo actor político con capacidad de desestabilizar el statu quo en Washington.