Ocurrió en Vigo. Un juzgado español ha ordenado el decomiso de un Audi A3 tras constatar que su propietaria fue multada en al menos tres ocasiones por conducir sin carné y, a pesar de ello, volvió a ponerse al volante del vehículo.
La Audiencia Provincial de Pontevedra justificó la medida por el “nulo efecto disuasorio” de las sanciones previas y por considerar el coche un “instrumento potencialmente peligroso” para la seguridad vial.
Cuarta infracción y decisión judicial
Los hechos se remontan al 15 de marzo de 2025, cuando la conductora fue interceptada circulando sin carnet porque previamente le habían retirado todos los puntos del permiso. La Audiencia de Pontevedra confirmó la sentencia dictada en primera instancia por un Juzgado de lo Penal, que impuso seis meses y un día de cárcel por un delito contra la seguridad vial y, de manera excepcional, ordenó el decomiso del coche.
La conductora recurrió la sentencia argumentando que las tres sanciones anteriores no eran suficientes para considerar la agravante de multirreincidencia y solicitó que se le atenuara la pena, alegando causas personales como supuesta drogadicción. También pidió la devolución del vehículo, calificando la medida como “desproporcionada e injustificada”. La Audiencia rechazó estos argumentos, destacando que las infracciones previas no habían tenido el efecto preventivo deseado.
En el historial de la mujer figuraban al menos tres condenas previas en los últimos 11 meses por el mismo motivo: conducir sin permiso de conducir. En una de esas ocasiones también se le impusieron 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad junto a la sanción económica habitual.
La decisión de decomisar el vehículo responde a que el tribunal consideró que el automóvil no era solo un objeto vinculado al delito, sino un medio utilizado de forma reiterada para infringir la ley y poner en riesgo a otros usuarios de la vía. La Audiencia señaló que, además de carecer de permiso, la conductora había sido sorprendida en más de una ocasión conduciendo sin luces por la noche o bajo los efectos de sustancias que alteran sus capacidades, lo que aumentaba el peligro.
Sanciones y medidas en España
La legislación española contempla que conducir sin permiso o con el carnet retirado es un delito penal, tipificado en el Código Penal. Quienes circulan sin haber obtenido nunca la licencia o después de haber sido sancionados con retirada de puntos pueden enfrentarse a penas de hasta seis meses de prisión, multas económicas o trabajos en beneficio de la comunidad. La pena se agrava si hay reincidencia o si se demuestran circunstancias agravantes, como conducción bajo la influencia de drogas o alcohol.
Normalmente, la sanción por conducir sin carné empieza con una multas administrativas elevadas y la inmovilización del vehículo. Si se detecta reiteración, las penas pueden incluir la retirada de vehículos, especialmente cuando las medidas anteriores no han logrado corregir el comportamiento del infractor.
El caso pone de manifiesto que las sanciones administrativas pueden quedarse cortas para disuadir a conductores que de forma reiterada desobedecen la ley. La medida adoptada por la Audiencia de retener el coche persigue evitar que el vehículo vuelva a ser utilizado como instrumento para delinquir, una decisión que abre un debate sobre la adecuación de las penas frente a conductores reincidentes.
Las autoridades y expertos en seguridad vial suelen advertir que las sanciones económicas y la retirada de puntos son solo una parte de un sistema más amplio que debe incluir educación, control efectivo y consecuencias progresivas para infractores persistentes. En este caso, la justicia española ha aplicado una medida relativamente infrecuente al decomisar el vehículo, una opción que puede servir de precedente para casos similares si se demuestra que los métodos convencionales no son suficientes para corregir conductas de riesgo.
Si tienes un coche eléctrico ¿qué ocurre si es inmovilizado o confiscado en España?
La inmovilización o retirada de un vehículo es una de las sanciones más severas previstas en la normativa española de tráfico. En el caso de los vehículos eléctricos, estas medidas tienen particularidades técnicas y legales que conviene conocer para evitar costes adicionales y problemas posteriores.
No es lo mismo inmovilizar que confiscar
- Inmovilización: medida administrativa y generalmente temporal. El vehículo no puede circular hasta que se subsana la causa (alcohol, drogas, falta de ITV, conducción sin permiso, etc.).
- Confiscación o decomiso: medida penal ordenada por un juez. El coche pasa a disposición judicial y puede perderse definitivamente.
En la práctica, la mayoría de los conductores se enfrentan a inmovilizaciones. El decomiso es excepcional y suele aplicarse en casos de reincidencia grave.
Motivos de inmovilización
Un coche eléctrico puede ser inmovilizado por las mismas razones que uno de combustión:
- Conducir sin permiso o con el carné retirado.
- Superar los límites de alcohol o drogas.
- ITV caducada o desfavorable.
- Circular sin seguro obligatorio.
- Defectos graves de seguridad.
- Negarse a una prueba de alcoholemia o drogas.
En el caso de los eléctricos, también puede influir el estado del sistema de alta tensión si existe riesgo para agentes o terceros tras un accidente.
¿Qué ocurre en el momento de la inmovilización?
La inmovilización o confiscación de un coche eléctrico puede convertirse rápidamente en un problema económico y legal serio. Conocer el procedimiento, actuar con rapidez y evitar la reincidencia es fundamental para minimizar consecuencias.
Cuando la autoridad decide inmovilizar el vehículo:
- Se impide su circulación inmediata.
- Puede quedar estacionado en el lugar si no supone peligro.
- Si estorba o existe riesgo, se procede a la retirada en grúa.
En vehículos eléctricos, las grúas deben seguir protocolos específicos (modo transporte, desconexión, ruedas libres), lo que puede incrementar el coste.
Traslado al depósito: costes a tener en cuenta
Si el coche eléctrico es llevado a un depósito municipal o privado:
- Grúa: suele ser más cara que en coches térmicos.
- Estancia diaria: se cobra por día o fracción.
- Recarga: algunos depósitos no recargan el vehículo; si la batería se agota, puede haber costes adicionales.
Estos gastos corren a cargo del propietario, incluso aunque no sea el conductor sancionado.
Cómo recuperar un coche eléctrico inmovilizado
Para retirar el vehículo del depósito, normalmente se exige:
- Subsanar la causa (por ejemplo, conductor habilitado).
- Abonar tasas de grúa y estancia.
- Presentar documentación: permiso, seguro, ITV y DNI.
- En algunos casos, autorización expresa de la autoridad.
Cuanto más se retrase la retirada, mayor será el coste final.
¿Cuándo puede llegar la confiscación judicial?
El decomiso del vehículo se produce en procesos penales, no administrativos. Los jueces pueden acordarlo cuando:
- Existe reincidencia continuada en delitos de seguridad vial.
- Las sanciones previas no han tenido efecto disuasorio.
- El vehículo se considera instrumento del delito.
No importa si el coche es eléctrico, híbrido o de combustión: la clave es el uso reiterado e ilegal.
Qué pasa con el coche si es confiscado
Una vez confiscado por orden judicial:
- El vehículo queda bajo custodia judicial.
- Puede ser subastado, destruido o destinado a uso público.
- El propietario pierde el derecho de recuperación, salvo revocación judicial.
En los eléctricos, el estado de la batería influye en el valor de subasta, lo que puede reducir significativamente la compensación económica.