Estas baterías nos ofrecen eléctricos más asequibles, pero tienen un voraz apetito de grafito

La mayor atención se la suele llevar el litio, pero hay otro material esencial para las baterías, el grafito, cuya demanda no para de crecer.

Las baterías con tecnología LFP ganan cada vez más cuota de mercado.
Las baterías con tecnología LFP ganan cada vez más cuota de mercado.
05/03/2024 12:49
Actualizado a 05/03/2024 14:31

Las baterías de los vehículos eléctricos demandan una serie de materias primas esenciales para poder fabricar el cátodo y el ánodo de la pila, cuya composición varía según cada caso. No obstante, hay un material que es común para el ánodo de todas las baterías actuales y, aunque es menos sonado que el litio, su demanda no deja de crecer.

Hablamos del grafito, un material que se emplea en el cátodo tanto de las baterías NCM (ricas en níquel, cobalto y manganeso) como en las baterías LFP (litio-ferrofosfato).

Las baterías LFP han experimentado un boom en los últimos años gracias a su menor coste de producción y unas prestaciones que, a base de ingenio, consiguen acercarse a las baterías de níquel. Y esto se ha traducido también en una gran demanda de grafito.

Entre enero y octubre de 2023, se utilizaron un total de 493.472 toneladas de grafito en todo el mundo para hacer baterías de vehículos electrificados (de pasajeros), un 45% más que en los mismos diez meses de 2022, según datos de Adamas Intelligence. En ese total se incluye el grafito necesario para las baterías de coches eléctricos puros, híbridos enchufables e híbridos no enchufables.

Este crecimiento fue impulsado por un aumento del 33% en las ventas de vehículos eléctricos para pasajeros y un aumento del 9% en la capacidad promedio ponderada de cada batería (expresada en kWh) durante el mismo período. Es decir, se vendieron más coches eléctricos y con baterías de mayor capacidad.

Las baterías de tipo LFP lideraron la demanda, con un total de 175.576 toneladas de grafito, un 54% más que el mismo periodo del año anterior. Este tipo de baterías acaparan el 36% de todo el grafito destinado a baterías de vehículos eléctricos a nivel global.

Las celdas de las baterías LFP están basadas en las de iones de litio, pero no contienen cobalto y níquel en el cátodo.
Las celdas de las baterías LFP también usan litio, pero no contienen cobalto y níquel en el cátodo.

Un apetito voraz que se explica debido al cada vez mayor uso de esta tecnología, ya no sólo en vehículos de pasajeros, sino en vehículos eléctricos pesados (autobuses, sobre todo) y en aplicaciones de almacenamiento estacionario. Aunque la densidad energética de las celdas es menor, tecnologías como la eliminación de los módulos de BYD en su Blade Battery compensan este hándicap y hacen más atractivas estas baterías. Además, son más seguras y tienen mayor vida útil.

En segundo lugar, las baterías NCM de tipo 5xx (~50% de contenido de níquel) requirieron 94.897 toneladas de grafito en todo el mundo, un aumento interanual del 33%. Este tipo de baterías supuso el 19% del mercado de grafito, frente al 21% del año anterior.

Muy de cerca, en tercer lugar, las baterías NCM de tipo 8xx (~80% de contenido de níquel) necesitaron 92.366 toneladas de grafito en los diez primeros meses de 2023, un 53% más que el mismo periodo del año anterior. La cuota de mercado fue similar a las baterías anteriores, con un 19%.

Le siguieron las baterías NCM 7xx, con 39.543 toneladas, y las NCM 6xx, con 39.137 toneladas de grafito a nivel global. Las baterías NCA (níquel-cobalto-aluminio), similares en prestaciones a las baterías NCM, fueron responsables de una demanda de 33.552 toneladas de grafito entre enero y octubre.

Sobre la firma
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Diego Gutiérrez

Redactor y probador de Híbridos y Eléctricos, desde 2019 cubriendo la actualidad del sector de los vehículos eléctricos y la movilidad sostenible.