La crisis de chips ha vuelto a la palestra. Después de un 2020 al 2023 seriamente afectados por la falta de suministro de semiconductores, ahora, en 2025, se vuelven a vivir aquellos momentos, aunque con un impacto significativamente menor. No obstante, por ser menos extendido no significa que no haya empresas verdaderamente afectadas. Una de ellas es el Grupo Volkswagen quien teme las posibles consecuencias negativas si no se encuentra una solución rápida.
Esta nueva crisis llega por la falta de entendimiento entre China y, principalmente, Estados Unidos. Con ello, el país oriental ha suspendido las exportaciones de chips fabricados por la empresa Nexperia hacia otros territorios. Esta situación se produjo después de la decisión del gobierno de Países Bajos, bajo la presión de Estados Unidos, sobre la necesidad de tomar el control de esta compañía con sede en el país europeo.

La crisis de los chips afecta a varios fabricantes automovilísticos europeos
Las repercusiones de esta decisión no han tardado en llegar. Sin embargo, desde ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles) ya tuvieron serias conversaciones afirmando la posibilidad de que esto pudiese afectar de pleno a la industria europea. Ahora se sabe que llevaban razón e inclusos algunas marcas automovilísticas ya prevén incluso paradas en las líneas de montaje principales.
Estos chips, calificados como ‘simples’, son los necesarios para elementos de control del sistema eléctrico en los vehículos. No obstante, por simples que sean, son realmente necesarios para la fabricación y finalización de un vehículo -eléctrico o no-. Por ello, los efectos de esta crisis han llegado de lleno al mercado automotriz, con Volkswagen admitiendo una falta de suministro grave.
De hecho, Arno Antlitz, director financiero del Grupo Volkswagen, confirmó el pasado jueves 30 de octubre que los efectos de todo esto están repercutiendo gravemente en la producción de coches: “Analizamos la situación día a día y semana a semana, y lo que podemos decir es que sólo tenemos suministros suficientes hasta finales de la semana que viene”.

Por este motivo, Volkswagen ha paralizado la producción del Golf en su planta de Wolfsburgo. Asimismo, todo apunta a que esta pausa podría extenderse a otros modelos de la gama, como el Tiguan o el Tayron, producidos también en la misma planta.
Para evitar esta posible situación, los responsables de la marca están buscando proveedores alternativos: “No podemos quedarnos de brazos cruzados. Tenemos una responsabilidad. Por eso intentamos encontrar fuentes alternativas. Con ello, garantizamos la producción día a día. Ahora estamos a salvo hasta finales de la semana que viene. Por el momento es una buena noticia que estemos a salvo una semana más”.
Pese a todo, Antlitz confirmó que ahora existe mucha más información y oportunidad de ‘salvación’ que en la anterior crisis de semiconductores. “No se trata de una escasez física de suministros. Es simplemente una cuestión política. Y así es como debe resolverse. Tengo muchas ganas de que las partes se sienten juntas y encuentren soluciones para el mercado europeo y, básicamente, para la industria mundial”.
Hace escasas horas, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha mantenido un importante encuentro con Xi Jinping, presidente de China. Con ello se espera un entendimiento mutuo y la disipación de muchas de las medidas coercitivas y tiranteces que ambas regiones mantienen entre sí. En cuestión de días, esta crisis podría quedar solventada.
 
     
     
    