Con China liderando el sector del automóvil en cuanto al desarrollo de tecnologías electrificadas, el presidente de la Energy Transitions Commission, Adair Turner, asegura que España tiene mucho a su favor para obtener un papel importante en cuanto a la producción de vehículos eléctricos y baterías se refiere. Pero también ha citado los obstáculos que se lo impiden.
El experto en sostenibilidad y economía ha hechos estas interesantes declaraciones, publicadas en medios como La Provincia, con la certeza de que nuestro país puede ser un actor clave en el modelo industrial actual, que tiende hacia las energías renovables.
España tiene una oportunidad única en el proceso de descarbonización industrial

Turner lleva años trabajando con importantes empresas energéticas y con distintos organismos y personas centradas en los problemas del calentamiento global, y es seguramente una de las personas que más sabe de la materia.
Tiene bastante claro que el mundo dispone de los conocimientos y tecnologías que se necesitan para “lograr reducciones significativas de emisiones” a un coste realmente bajo, aunque pone sobra la mesa “la falta de voluntad política y la oposición de intereses” como los principales obstáculos para que eso ocurra de la manera más efectiva.

Aboga por la “electrificación verde masiva” como la mejor estrategia para reducir rápidamente las emisiones contaminantes, y apunta al transporte por carretera y a la calefacción de los edificios como los puntos más importantes a tratar a corto plazo.
De lo contrario, dice Adair Turner, no se cumplirá con la limitación del calentamiento global establecida en el Acuerdo de París, y de hecho apunta a que no cree que sea viable ni tan siquiera mantenerlo constante y controlado, aunque con “voluntad política” se podría acercar a lo que se firmó en su momento.
En cuanto a España y sus posibilidades, asegura que nuestro país dispone de “abundantes recursos renovables, por lo que debería aumentar su oferta de este tipo de electricicidad. Porque el viento y el sol que tiene España podrían permitir que sea cabeza de cartel en una nueva revolución industrial, como antaño hizo “el Reino Unido, en parte gracias a la ventaja en el suministro de carbón”.
Del coche eléctrico en concreto, Turner cree que la “ansiedad por la autonomía” dejará de existir en los próximos cinco años, cuando se hayan logrado cifras similares o superiores a los vehículos de combustión tradicionales, así como tiempos de carga de la batería mucho más rápidos.