Bruselas ha aprobado una profunda reforma de las normas europeas sobre los permisos de conducción, con el objetivo de mejorar la seguridad vial y adaptar la legislación a los nuevos desafíos tecnológicos y sociales. La medida más llamativa es la posibilidad de obtener el carné de conducir a los 17 años, aunque con la condición de circular acompañado por un adulto experimentado hasta cumplir los 18.
Sin embargo, España (como el resto de Estados miembros) tiene un máximo de cuatro años para incorporar estas normas a su legislación nacional, o se expondrá a un procedimiento sancionador por parte de la Comisión Europea.
Una directiva que no se aplica automáticamente

A diferencia de los reglamentos europeos, las directivas requieren transposición: cada país debe adaptar su marco legal nacional para cumplir con los principios marcados por la UE. En este caso, los Estados disponen de tres años para aprobar las leyes necesarias y uno adicional para su aplicación práctica.
El precedente preocupa. En 2021, España fue sancionada con 15 millones de euros por no transponer a tiempo la directiva sobre protección de datos. En caso de repetir el retraso, podría enfrentarse a nuevas multas y a un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Cambios clave en el nuevo permiso europeo
El nuevo marco legal, conocido como European Driving Licence Directive, introduce varias medidas para reforzar la seguridad y la formación vial. Entre ellas destaca un periodo de prueba obligatorio de dos años para los conductores noveles, con sanciones más severas por infracciones como conducir bajo los efectos del alcohol o no usar el cinturón.

También se amplían las oportunidades para los jóvenes profesionales del transporte: los de 18 años podrán conducir camiones (categoría C) y los de 21 autobuses (categoría D), siempre que cuenten con un certificado de competencia profesional.
El examen de conducir incluirá además contenidos sobre ángulos muertos, uso del móvil, apertura segura de puertas y detección de peatones o ciclistas, con el fin de reducir los 20.000 fallecidos anuales en las carreteras europeas.
Carné digital y controles médicos más estrictos
Otra novedad es la implantación del permiso de conducción digital, accesible desde el teléfono móvil y con validez en toda la UE. No obstante, los conductores podrán solicitar una versión física, que deberá emitirse en un máximo de tres semanas.
En cuanto a la vigencia, los carnés de coche y moto durarán 15 años, mientras que los de camión o autobús tendrán una validez de cinco. Los Estados podrán reducir esos plazos para conductores mayores de 65 años, imponiendo revisiones médicas más frecuentes o cursos de actualización.
España ante un reto legislativo
El Gobierno español deberá decidir cómo incorporar la directiva a su ordenamiento, ajustando su normativa de tráfico, formación vial y sanciones. Si no lo hace antes de 2029, Bruselas podría imponer sanciones económicas como ya ocurrió en otras materias.
La reforma supone también una oportunidad para modernizar el sistema de formación de conductores y reducir la siniestralidad, especialmente entre los más jóvenes, el grupo más vulnerable en las carreteras.