La mayoría de la industria del automóvil ha descartado desde el comienzo la tecnología del intercambio de baterías. NIO va a la contra y a sabido erigir un imperio alrededor de este enfoque. Ha creado una enorme red de estaciones de intercambio con más de 3.500 puntos repartidos por toda China y esto le ha llevado a una conclusión: los conductores no quieren ni baterías grandes ni cifras de autonomía enormes en sus vehículos.
Es el aprendizaje que saca William Li, CEO de la compañía, en una extensa entrevista con Electric Vehicles a raíz del anuncio de que han dejado de ofrecer las baterías de 150 kWh en su red de estaciones: “Implementamos las baterías ofreciendo a nuestros usuarios la opción de actualizarlas de forma flexible a la de 150 kWh, pero descubrimos que, en realidad, no la utilizan con la frecuencia que esperábamos. Sin mencionar que la batería de 150 kWh tiene una cuota de suscripción bastante elevada, por lo que creemos que no tiene sentido ni desde la perspectiva comercial ni desde la perspectiva del caso de uso o la experiencia del usuario”.

Es culpa de las mejoras en la red de estaciones de intercambio
El fracaso de este tipo de batería se debe, curiosamente, al éxito de su propuesta de una red de estaciones de intercambio cada vez mayor: “Muchos de ellos en realidad no utilizan ni actualizan sus baterías. Esto se debe a que en China tenemos una red de intercambio de energía más accesible. Hace años, cuando no teníamos tantas estaciones de intercambio de energía, la tasa de adopción entre una batería de 75 kWh y una de 100 kWh era del 50/50. Pero ahora, con más de 3.500 estaciones de intercambio en China, el 97% de los usuarios elige la de 75 kWh en lugar de la de 100 kWh”.
Es algo entendible: si la infraestructura es cada vez más amplia y hay más posibilidades de cambiar la batería en más sitios, es menos necesario tener una de capacidad enorme y que, además, tiene un coste de suscripción mayor. “Descubren que, con tantas estaciones de intercambio, no se necesita una batería muy grande ni una autonomía muy larga para el coche. El número de personas que desean conducir 1.000 km sin parar es muy limitado. [La batería de ultra largo alcance] responde más a una estrategia de marketing que a una necesidad real”.
Tampoco sería interesante en Europa
Aunque la mayoría de su red esté en China, desde 2022 NIO también tiene estaciones de recarga en Europa, en países como Alemania, Noruega, Países Bajos o Dinamarca. Allí la red es mucho menor, con solo 63 estaciones en total, pero a pesar de ellos Li considera que la batería de 150 kWh tampoco es una opción para sus clientes.

“Sin mencionar que, para introducir la batería de 150 kWh en el mercado europeo, necesitaríamos realizar pruebas y validaciones adicionales, así como la certificación del producto. Eso también puede generar costos y esfuerzos adicionales. Por ello, preferimos usar el dinero o el presupuesto para instalar más estaciones de intercambio, ya que eso sí puede solucionar el problema para nuestros usuarios en la zona de carga, en lugar de tener una batería de gran capacidad”, explica.
Ampliar la red parece la opción indicada si la marca quiere crecer en Europa y quizá su ejemplo sirva para que otros fabricantes empiecen a sopesar en serio esta opción, que elimina las baterías en propiedad por un servicio de suscripción, pero que destaca sobre todo porque cambiarlas es un proceso mucho más rápido que la recarga convencional, incluso la que es en corriente continua a alta potencia.
