No era ningún farol: Volkswagen tendrá que paralizar la producción en Alemania de forma temporal, y otros fabricantes no podrán escapar del mismo problema

Volkswagen va a tener que detener la producción de algunos de sus modelos más importantes fabricados en Wolfsburg por una nueva crisis de microchips que ya advirtió.

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El primer paso será dejar de ensamblar el Volkswagen Golf a partir del 29 de octubre.
24/10/2025 10:00
Actualizado a 24/10/2025 10:00

El Volkswagen Golf, uno de los automóviles más vendidos de Europa, dejará de producirse temporalmente en la planta de Wolfsburg (Alemania) a partir del 29 de octubre, debido a una nueva crisis de suministro de semiconductores provocada por tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.

El anuncio, realizado internamente a los empleados del grupo alemán, advierte de posibles interrupciones en la cadena de producción, no solo del Golf, sino también de otros modelos clave como los Volkswagen Tiguan, Touran y Tayron, todos fabricados en la misma planta.

El conflicto comercial desata un nuevo parón industrial

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Las advertencias de hace unos días ya están haciéndose realidad.

El detonante de esta nueva crisis se encuentra en el bloqueo de chips de la empresa Nexperia, con sede en los Países Bajos.
El pasado 30 de septiembre, el gobierno holandés, presionado por la administración estadounidense de Donald Trump con intereses arancelarios, asumió el control de la compañía alegando motivos de seguridad nacional y propiedad intelectual, dada su anterior propiedad china.

Pekín ha prohibido la exportación de los microchips producidos por Nexperia, lo que ha generado un efecto dominó en la industria automotriz europea. Volkswagen confirmó haber recibido notificación oficial de que el proveedor no puede garantizar la entrega a largo plazo de semiconductores, elemento esencial para los modernos sistemas electrónicos de sus vehículos.

El Golf, símbolo europeo, obligado a parar

El Volkswagen Golf es el modelo más emblemático del fabricante alemán y uno de los pilares de su producción en Wolfsburg, la planta madre de la compañía.

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Muchos otros fabricantes dependen de los semiconductores de Nexperia que tienen que viajar desde China.


El cese de actividad representa un duro golpe para la industria automovilística europea, que ya sufrió interrupciones similares entre 2020 y 2022 durante la primera gran crisis de chips derivada de la pandemia.

Aunque Volkswagen no ha especificado la duración de la pausa, fuentes internas señalan que el problema podría extenderse varias semanas, mientras se buscan alternativas de suministro. No obstante, los chips de otros fabricantes requerirían procesos de homologación y pruebas internas antes de poder incorporarse a la producción en serie, lo que complica la solución a corto plazo.

Riesgo de expansión y medidas de contingencia

La interrupción podría extenderse a otras plantas alemanas del grupo en Emden, Hannover y Zwickau, donde se fabrican modelos eléctricos e híbridos. Ante esta posibilidad, Volkswagen ya ha iniciado conversaciones con el gobierno alemán para aplicar el programa de Kurzarbeit (trabajo a tiempo reducido), un sistema de subsidios diseñado para evitar despidos masivos durante crisis temporales. Este movimiento busca preservar el empleo y mitigar el impacto económico, mientras la empresa trabaja en reorganizar su cadena de suministro.

Una crisis que evidencia la fragilidad del sector

La situación actual vuelve a poner de manifiesto la dependencia global del sector automotriz de los semiconductores y de China. Los fabricantes europeos, que habían comenzado a recuperar su ritmo de producción, se enfrentan ahora a un nuevo desafío que podría ralentizar las entregas y aumentar los costes.

La crisis del chip, reavivada por tensiones geopolíticas, amenaza con repetir el escenario de 2021, cuando la falta de componentes obligó a detener líneas de producción en múltiples países y generó importantes pérdidas económicas.

Por ahora, Volkswagen se mantiene en “modo contención”, priorizando la seguridad del empleo y el reajuste logístico, mientras busca garantizar la estabilidad de su modelo más icónico en un contexto de alta incertidumbre tecnológica.