El funcionamiento del coche eléctrico es algo que, poco a poco, va a calando en el conductor promedio. Sin embargo, entrando en aspectos técnicos, hay muchos detalles sobre los que el conocimiento es escaso. Las baterías, por ejemplo, son complejas y complicadas tanto de mantener como de reciclar, pero Kia ha llevado a cabo un programa piloto para solucionar al menos lo primero: el pasaporte de baterías.
El concepto se basa en recopilar y compartir datos detallados en tiempo real sobre el estado de cada celda de una batería, gracias a lo que se proporciona información clave sobre el estado funcional de la batería (State of Health o SoH) y permite realizar diagnósticos más precisos, así como garantizar la trazabilidad completa a lo largo de toda su vida útil.

Un sistema que aporta ventajas para los usuarios y una mayor sostenibilidad
Los sistemas tradicionales monitorean módulos completos, pero la solución que propone Kia permite evaluar el estado de cada celda de manera individual. El principal beneficio de esto es que se pueden llevar a cabo reparaciones más económicas, ya que se identifica con precisión cuáles son las celdas defectuosas y son las únicas que se reemplazan, por lo que no hay que hacer un gasto extra innecesario. De manera paralela, el diagnóstico a lo largo de la vida útil de la batería hace que se pueda tener un histórico detallado sobre su rendimiento, de manera que se tiene una mayor certeza sobre su estado real. Esto hace que aumente la confianza en el mercado de segunda mano y que se tenga una idea más precisa del valor de reventa de un coche en función del estado real de su batería.
Esas son las ventajas de las que disfrutará el usuario, pero la marca coreana también apunta que trae consigo mejoras para el sector del coche eléctrico en general. Considera que, al prolongar la vida útil de las baterías, reducir los costes de mantenimiento y facilitar su reutilización o reciclaje, los beneficios para el medio ambiente son claros.
El Kia EV3 ha sido el primero en usarlo
Kia ha realizado una prueba piloto con un EV3, que fue equipado con un sistema de monitorización desarrollado por Dukosi, capaz de captar datos en tiempo real de cada celda de la batería. El vehículo fue enviado desde Corea y llegó a Alemania en febrero de 2025. Toda la información generada se almacena en el pasaporte digital del coche y puede ser consultada por usuarios, mecánicos o técnicos desde el sistema de infoentretenimiento del vehículo. Funciona de tal manera que, tras cada reparación o intervención, el sistema se actualiza automáticamente, lo que permite mantener un historial preciso del estado de la batería.
Marc Hedrich, Presidente y Director General de Kia Europe, explica: “Kia tiene como objetivo establecer un nuevo estándar para los clientes en materia de transparencia y rendimiento de las baterías. Mediante las pruebas del pasaporte de batería a nivel de celda, obtenemos información sobre los beneficios que podemos ofrecer a nuestros clientes. Además de ventajas como la mayor duración de la batería, también reforzaremos la relación de confianza”.
Kia se ha adelantado al cumplimiento de la normativa europea, que va a exigir pasaportes digitales para todas las baterías de vehículos eléctricos e híbridos vendidas en Europa. Antes de que esa exigencia sea firme, la marca se ha propuesto el objetivo lanzar oficialmente este servicio antes de febrero de 2027.