El ‘error’ de base de este atípico scooter chino que otros fabricantes de motos eléctricas tampoco quieren ver

La joven marca llegada desde China irrumpe con un scooter eléctrico de radical diseño para redefinir la movilidad urbana, y que a lo mejor no es la idea más adeacuada.

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El Scoox Zero X7 se olvida de casi todo lo visto en el sector de la moto eléctrica, y arriesga con esta propuesta.
04/12/2025 11:00
Actualizado a 04/12/2025 11:00

La movilidad eléctrica sobre dos ruedas vive un momento de efervescencia. Con un mercado aún en construcción y sin categorías rígidas, muchas marcas emergentes aprovechan la oportunidad para experimentar. La rareza es un sello de identidad en muchas ocasiones, y, bajo esta premisa aparece Scoox, una joven compañía china desconocida hasta ahora fuera de su mercado, pero que ha logrado atraer miradas en todo el mundo gracias a su primer modelo: el Scoox Zero X7.

Este scooter es una mezcla de segmentos y tiene un diseño realmente atípico. Su estética desafiante lo posiciona como uno de los modelos más peculiares presentados en los últimos años, lo que no quiere decir que vaya a ser un éxito. De hecho, llamar la atención con una estética rompedora es una cosa, y que la gente acabe comprándolo es otra.

Muy compacto, pero raro

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Rinde una potencia de 4 CV, que serán nominales y tendrá picos algo mayores.

Las dimensiones del Scoox Zero X7 son 1,85 metros de largo, 76 centímetros de ancho y apenas un metro de altura. Su distancia entre ejes, de 1,30 metros, es más corta que la de algunas bicicletas de uso diario. Aparcado junto a un scooter convencional resulta algo más pequeño.

Monta un motor Bosch de 3 kW, equivalente a unos 4 CV, y puede alcanzar una velocidad punta de 90 kilómetros/hora. Una cifra considerable para un chasis tan compacto. Para mantener la seguridad, incorpora ABS de doble canal y, todavía por confirmar, control de tracción

La mayor excentricidad del Scoox Zero X7 está en el tren delantero: dirección por buje central, sin horquilla tradicional. La rueda se articula mediante un mecanismo propio, mientras la suspensión trabaja de manera independiente. Este sistema suele verse únicamente en motos conceptuales o experimentales, no en un vehículo urbano destinado a producción.

Un diseño que abraza el caos creativo

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No se han dado detalles acerca de la batería o autonomía que va a montar.

Los paneles laterales envuelven la carrocería como una carcasa futurista, estrechándose en la parte delantera y ampliándose atrás, ocultando el motor y la transmisión. La estética es deliberadamente disruptiva.

En lugar del asiento tradicional de scooter, el Scoox Zero X7 cuenta con un sillín estilo bicicleta, ajustable mediante un sistema de liberación rápida. A ello se suma una combinación inusual de reposapiés tipo scooter y estribos plegables, permitiendo distintas posturas de conducción.

Tecnología moderna, batería misteriosa

El apartado tecnológico es sólido: una pantalla TFT de 7 pulgadas, conectividad con smartphone, alertas de manipulación e incluso sensores que notifican al usuario si alguien intenta mover el vehículo mientras está estacionado.

El único gran enigma es la batería. Scoox no ha revelado capacidad, autonomía, tiempo de carga ni si es extraíble. Solo reconoce que hay un compartimento bajo una tapa frontal que será explicado más adelante.

Lanzamiento y futuro de la marca

El Scoox Zero X7 se lanzará en China a comienzos de 2026, con pruebas públicas a finales de 2025 en ciudades como Pekín y Shanghái. La marca ya trabaja en una gama más deportiva y otra más enfocada al confort.

Lo que ocurre es que puede que el Zero X7 de Scoox no llegue a ser un éxito masas, pues lo que está triunfado es una fórmula en la que se manteniene la estética tradicional de segmentos como el del ciclomotor, el scooter, el maxiscooter, o incluso otras para motos estilo naked, carretera o trail. Es decir, que lo inteligente ahora mismo es hacer motos cero emisiones que se parezcan a las de combustión, tanto en diseño como en conducción.