Elon Musk lleva años anunciando, a poco que pueda, que los coches de Tesla ya conducen sólos; esto es, que han logrado la conducción autónoma real.
Pero, por mucho que lo diga sobre su tecnología FSD -Full Self Driving-, esta ha tenido muchos problemas, desde múltiples investigaciones por parte de la NHTSA, la Agencia de Seguridad Vial estadounidense a escándalos como la prueba de un youtuber en la que un Tesla Model Y equipado con esta tecnología se comió, litereralmente, una pared.

La tecnología de Tesla, pese a la IA, no está a la altura de sus rivales
Esa tecnología de Tesla, que se basa en el reconocimiento de objetos a través de las imágenes captadas por varias cámaras del coche, y que luego se procesan a través de IA, no está a la altura de otra tecnología, la de los radares LiDAR, que es la que utilizan la gran mayoría de los rivales de la empresa de Elon Musk.
Y el ejemplo perfecto lo tenemos en la citada prueba del youtuber, en la que un Lexus equipado con radares LiDAR sí detectó la pared que se comió el Tesla y se detuvo a tiempo.
Según explica un reciente informe de Carglass, los radares LiDAR son una tecnología basada en emisores láser, que emiten rayos de luz láser infrarroja que impactan sobre los objetos y al rebotar son registrados por un receptor montado en el propio sistema. Así, esta tecnología es capaz de medir, con precisión y hasta los 250 metros, la distancia, posición y altura de los objetos que el coche tenga alrededor.
No en vano, es la tecnología -junto a la de cámaras- a la que recurren los únicos sistemas de conducción autónoma homologados por ahora en todo el mundo: el Drive Pilot de Mercedes, que está homologado en Alemania y EE.UU.; y el Traffic Jam Pilot, que Honda ya ha convertido en legal en Japón.
La tecnología LíDAR, a la que Elon Musk ha renunciado a propósito, también es la solución adoptada por la inmensa mayoría de coches chinos. Así, a finales del año pasado, Li Xiang, el fundador y presidente de la marca china Li Auto declaró que “si Elon Musk condujera en China, entendería por qué es necesario el LiDAR”.

Xiang se refería a que, en el tráfico actual, ya concurren demasiados actores y peligros que resultan muy difíciles de detectar sólo con la tecnología de cámaras, por mucho que las imágenes tomadas por ellas sean procesadas en tiempo real. No en vano, el alcance estimado de este sistema es de 100 metros.
Esta es la principal causa por la que Tesla está teniendo muchos problemas a la hora de homologar su tecnología FSD como un sistema de conducción autónoma, incluso en EE.UU.; cuando otros fabricantes como Mercedes ya lo han logrado.
Y pese a que Tesla anuncia periódicamente que va a lograr homologar esta tecnología incluso en Europa; los problemas siguen ahí. Entonces, ¿por qué Tesla es la única que recurre a esta solución?
El motivo por el que Tesla es la única marca que recurre a esta tecnología
Conociendo el historial de Elon Musk, el motivo por el que Tesla no recurre a la tecnología LiDAR es fácil de adivinar: su coste.

Y es que tal y como señala el citado estudio de Carglass, el uso de tecnología LiDAR, junto con otros sistemas de detección como el de cámaras para lograr una conducción más segura, dispara el gasto de esta tecnología.
Así, el Avatr 11 es un coche chino que, actualmente, cuenta con el mayor número de sensores del mundo: 35, de los que tres son sensores LiDAR, 13 son cámaras de alta resolución, 6 son radares de ondas milimétricas y 12 son sensores ultrasónicos; a todo ello el Avatr suma también una cámara de monitorización del estado del conductor. Toda la información generada por estos sensosres ha de procesarse en tiempo real, lo que requiere un sistema con una potencia de cálculo muy elevada.
Por su parte, la tecnología de Tesla “requiere menos potencia de cálculo”, ya que toda se destina exclusivamente a analizar imágenes. Por este mismo motivo, los coches de Tesla “requieren una red de a bordo de menor capacidad y cableado”, que emplea menos memoria, no necesita refrigeración y, en consecuencia, consume menos energía.