Desde hace más de un año China ha intensificado su guerra de precios. Los coches chinos son cada vez más baratos. La batalla ha estimulado las ventas. Cada vez se venden más coches nuevos que dejan grandes registros en los balances de resultados. Sin embargo, los beneficios no hacen más que caer. Los resultados empiezan a ser preocupantes. La rentabilidad de las marcas sigue cayendo, no en todas, mientras que cada vez son más las que miran al extranjero como forma de expandir sus actividades y, de paso, ganar un poco más de dinero.
En octubre, los ingresos de la industria del automóvil en China alcanzaron los 1.054 billones de yuanes, que vienen a ser unos 127.125 millones de euros al cambio de divisa. Es una suma considerable, pero no debemos confundir ingresos con beneficios. Tras descontar los gastos y aplicar los impuestos, las ganancias de la industria automovilística china se quedaron en unos ‘modestos’ 41.200 millones de yuanes, unos 5.034 millones de euros. Es un dato importante, pero esa cifra debe repartirse, de forma desigual, entre las más de 100 marcas diferentes presentes en el mercado chino.

Más ventas, pero menos beneficios netos
El Gobierno chino se muestra preocupado por unos datos de beneficios que siguen cayendo en comparación con años y meses anteriores. El curso de 2025 está siendo especialmente negativo. Tras tocar techo en el pasado mes de junio, los beneficios netos de la industria han caído hasta 3,9% en el pasado mes de octubre. La media acumulada en lo que llevamos de año es del 4,4%. Todo el mundo espera que los dos últimos meses del curso incrementen el porcentaje de beneficios. China cortará el grifo de las subvenciones a la compra de un coche eléctrico a partir de 2026.
Los datos de ventas y producción siguen en máximos históricos, pero la presión sobre las ganancias se ha intensificado. La rentabilidad se sitúa en mínimos. Los datos muestran que la producción automotriz en octubre alcanzó los 3,28 millones de unidades, un 11 % más interanual. Como ya hemos dicho, los ingresos operativos del sector alcanzaron los 1.054 billones de yuanes con gastos calculados de 937.600 millones de yuanes, un 9,4%. Eso quiere decir que cada vez es más caro producir en China, pero los fabricantes no pueden permitirse el lujo de incrementar los precios de venta.

Los chinos se han acostumbrado a los coches baratos y todo el mundo teme una importante caída de los beneficios una vez el gobierno elimine las ayudas a la compra de vehículos eléctricos. Los Vehículos de Nueva Energía (NEV) representan más del 50% de las ventas en China. Según los datos oficiales, en el periodo entre enero y octubre los ingresos promedio por vehículo matriculado fueron de 325.000 yuanes, unos 39.630 euros al cambio. Sin embargo, en términos absolutos, el margen de ganancia bruta por cada vehículo vendido es de solo 14.000 yuanes, unos 1.707 euros. Teniendo en cuenta que China va camino de vender más de 35 millones de coches en 2025, los beneficios siguen siendo considerables.