Las marcas automovilísticas están apuntando en una dirección: la de lanzar actualizaciones o novedades tecnológicas mediante pago por suscripción para coches eléctricos. Esto es algo bastante simple de entender: el usuario obtiene una función bloqueada inicialmente en el vehículo (asientos calefactados, por ejemplo) y sólo podrá hacer uso de ella mediante el pago de una cuota por un tiempo determinado. Con esta opción, las compañías apuntan a una nueva fuente de ingresos que promete ser del todo rentable para ellas.
Sin embargo, y aunque parezca muy lógica su implementación popular, la mayoría de consumidores sigue resistiéndose a esta idea independientemente del coche o el rango de edad. La tendencia es clara: pocos están interesados en verse obligados a pagar una suscripción para disfrutar de una tecnología sobre un coche que ya han pagado.
En un nuevo estudio publicado por AutoPacific se preguntó a los diferentes participantes cuáles eran sus preferencias a este respecto y si estarían de acuerdo con adoptar un sistema de suscripción en sus propios vehículos. Entre todos los encuestados, tan sólo el 23% se declaró a favor de esta opción, de los cuales, la mayoría eran propietarios de coches eléctricos. Seguidamente, se situaban los usuarios de coches híbridos enchufables y, por último, los de coches de gasolina o diésel.
Desde AutoPacific aseguran que esta tendencia tendría mucho que ver con los propios tiempos de inactividad dentro del vehículo; especialmente sobre modelos enchufables, en los que el usuario puede pasar cierto período necesitado de avances que favorezcan su ocio a bordo.
Entre el total de personas interesadas en ello, sólo el 4% de las de edad comprendida entre los 60 y 69 años accedería a esta capacidad. Sin embargo, y a pesar de lo que sería más propenso a pensar, los más jóvenes (menores de 30 años) no son los más interesados en esto, pues sólo el 19% dijo que sí. Para encontrar el mayor grupo de edad más proclive, hay que subir un escalón, a los compendidos entre los 30 y los 39 años. Estos serían los más interesados, por ejemplo, en pagar por tener videojuegos en la pantalla central.
Entre los avances que más podrían atraer a los usuarios a pagar están, principalmente, el uso de los servicios de vídeo por streaming directamente sobre la pantalla central de info-entrenimiento (Netflix, YouTube…) o la instalación de los ya mencionados videojuegos también en el sistema central.
Contrariamente, entre las opciones menos preferidas de los encuestados se encuentran la función de control remoto del vehículo desde un smartphone o la posibilidad de acceder a plataforma de compras (Amazon, por ejemplo) desde el propio sistema de info-entretenimiento central.
No obstante, y pese a todo, queda claro que la gran mayoría de usuarios, a día de hoy, no está por la labor de proceder a pagar por un servicio concreto durante un periodo de tiempo. Contrariamente, sí prefieren acceder a estas soluciones a cambio de un pago inicial junto al del propio vehículo; un sistema que es el que se viene usando desde siempre.
