En China existen unos modelos, muy poco conocidos a este lado del mundo, que son los llamados “Vehículos Eléctricos de Baja Velocidad (LSEV, por sus siglas en inglés). Allí son bautizados popularmente como “alegría para viejos”, pues su velocidad es muy baja y son baratos de comprar, pero en muchos casos incluyen unos apéndices estéticos de coches más caros y prestacionales.
De esta manera, algunas marcas chinas han introducido el diseño de los populares coches eléctricos de Xiaomi en estos LSEV. De hecho, el último caso ha sido visto con una estética muy próxima al recién presentado YU7, un SUV ‘cero emisiones’ que aún no ha llegado al mercado y que hará lo propio el próximo mes de julio.

Los chinos no se cortan e incluso se copian entre ellos
Desde el medio CarNewsChina se hacen eco de estos coches eléctricos y, más concretamente, del caso del YU7 que hoy nos ocupa. Estos diseños, normalmente están ejecutados de forma clandestina, pues no suelen estar autorizados por la compañía a la que copian. Sin embargo, pocas excusas caben en sus modelos copiados.
El caso que hoy nos ocupa es totalmente indiscutible sus rasgos estéticos de Xiaomi. Cuenta con un frontal muy cercano a lo que ofrecen otros modelos de la firma y unos faros prácticamente calcados. Para más inri, la compañía encargada de este vehículo ha insertado sobre el capó un logo realmente cercano al que emplea Xiaomi, en el que se lee “M七" (el símbolo “七" en chino es el número 7).

La aparición de este vehículo ha causado mucha inquietud por muchos aspectos en China, especialmente por su seguridad a bordo y su baja supervisión regulatoria por parte de las autoridades. Estos vehículos, aunque suelen tener una velocidad máxima de entre 40 y 70 km/h, lo cierto es que guardan pocos mínimos sobre seguridad. Su autonomía eléctrica se sitúa entre los 50 y los 70 km y sus precios rondan se establecen entre los 10.000 y los 30.000 yuanes (entre 1.200 y 3.500 euros).
Puede parecer que estos no son tan populares en China. Sin embargo el mercado oriental ya cuenta con alrededor de 10 millones de estos vehículos circulando por sus carreteras. Su popularidad ha ido creciendo con el paso de los años gracias a su bajo precio y su sencillo proceso de registro y matriculación.
Old man's Xiaomi YU7
No obstante, los accidentes causados por estos se cuentan por miles y, debido a su baja calidad de fabricación, estos suelen acabar con importantes daños personales. De hecho, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China reveló que, desde 2017 al 2022 se produjeron 830.000 accidentes con estos vehículos, lo que generó más de 18.000 fallecidos y 186.000 heridos.
Después de todo esto, las autoridades de diferentes ciudades se opusieron rotundamente a estos LSEV. En zonas como Pekín están totalmente prohibidos desde el día 1 de enero de 2024. Pese a esto, su producción no ha cesado y siguen vendiéndose por miles de forma anual, con sus correspondientes diseños ‘inspirados’ en otros coches más exitosos.