Un consorcio de instituciones científicas de China ha anunciado la creación de un imán totalmente superconductor capaz de generar un campo magnético estable de 351.000 gauss (35,1 teslas), cifra que equivale a más de 700.000 veces la intensidad del campo geomagnético terrestre y que, según los responsables del experimento, establece un nuevo récord.
El dispositivo funcionó de forma estable durante 30 minutos antes de ser desmagnetizado de forma segura, lo que, según los investigadores, valida la fiabilidad de la solución técnica.

¿para que sirve este campo magnético?
El proyecto ha sido liderado por el Instituto de Física del Plasma de la Academia China de Ciencias (ASIPP) en Hefei, y ha contado con la colaboración del Centro Internacional de Superconductividad Aplicada de Hefei, el Instituto de Energía del Centro Nacional Integral de Ciencias de Hefei y la Universidad de Tsinghua.
Los equipos describen la solución como una combinación coaxial de bobinas superconductoras de alta temperatura insertadas en un sistema de baja temperatura, una arquitectura que ha permitido sortear problemas mecánicos y electromagnéticos habituales en condiciones de campo extremo.
Los autores del experimento destacan varias dificultades técnicas superadas durante el desarrollo: la concentración de tensiones, las corrientes de apantallamiento y los efectos de acoplamiento entre múltiples campos en régimen de bajas temperaturas.
Según explican, las mejoras introducidas en la estabilidad mecánica y en el rendimiento electromagnético convierten al sistema en una plataforma viable para experimentos bajo campos magnéticos ultra potentes. En la prueba citada, el imán alcanzó los 35,1 teslas y se mantuvo operativo durante media hora, un hito que supera el anterior récord internacional de 323.500 gauss.
Más allá del logro físico, los investigadores subrayan que este avance tiene aplicaciones prácticas con impacto industrial y científico. Entre las utilidades posibles figuran la mejora y comercialización de instrumentos científicos de alta precisión, como los espectrómetros de resonancia magnética nuclear (NMR), así como aportes relevantes para la investigación y el desarrollo de reactores de fusión por confinamiento magnético, sistemas de propulsión electromagnética espacial, calentamiento por inducción superconductor, levitación magnética y transmisión eficiente de energía. Estas áreas, según los informes, podrían beneficiarse de campos más intensos y estables proporcionados por imanes superconductores de nueva generación.

Repercusiones para la movilidad sostenible
Para la movilidad, este avance podría resultar significativo en dos planos. Primero, la mejora en tecnologías superconductoras y en la transmisión de corriente sin pérdidas abre posibilidades para sistemas de distribución de energía de alta eficiencia, que a medio y largo plazo podrían integrarse en infraestructuras de carga ultrarrápida o en proyectos de transmisión de energía a gran escala vinculados a la recarga de flotas eléctricas.
Segundo, las aplicaciones en levitación magnética y en propulsión electromagnética, si bien todavía más relacionadas con maglev o misiones espaciales, abren un horizonte tecnológico que puede influir en soluciones de transporte complementarias a la automoción eléctrica. No obstante, los expertos advierten de que la transferencia desde laboratorios de alta energía a aplicaciones comerciales requiere pasos adicionales de ingeniería, seguridad y coste.
También tiene implicaciones para la investigación en fusión nuclear, una de las promesas energéticas a largo plazo: los imanes superconductores son componentes esenciales en los reactores de confinamiento magnético, donde deben formar «jaulas» capaces de sostener y manejar plasmas a temperaturas extremas.
La posibilidad de disponer de imanes totalmente superconductores más potentes y estables podría acelerar ciertos programas experimentales y optimizar diseños futuros. ASIPP, que participa en paquetes de suministro y desarrollo para proyectos internacionales como ITER, presenta este resultado como un paso para consolidar capacidades locales en materiales y sistemas superconductores.
Pese al optimismo institucional, el camino entre récord de laboratorio y aplicación masiva es largo. Las investigaciones deben continuar para asegurar la reproducibilidad, reducir costes y adaptar estos sistemas a entornos operativos distintos a los de los bancos de ensayo.
Además, según Interesting Engineering, el debate sobre prioridades científicas y la competencia internacional en tecnologías críticas, como los superconductores de alta temperatura, hacen que este hito se encuadre tanto en términos técnicos como geopolíticos.