El proveedor global de soluciones de carga para vehículos eléctricos y gestión energética Wallbox ha anunciado que vuelve a cumplir con los criterios de cotización continua de la Bolsa de Nueva York (NYSE), concretamente con la normativa relativa al precio mínimo de las acciones, recogida en la Sección 802.01C del Manual de Empresas Cotizadas de la institución.
La compañía, con sede en Barcelona, comunicó hace unos días que, desde el pasado 14 de agosto de 2025, sus acciones ordinarias de clase A alcanzaron un precio de cierre igual o superior a un dólar. Además, lograron mantener un promedio de cotización mínima de 1 dólar durante los 30 días de negociación anteriores a esa fecha, lo que fue confirmado oficialmente por la NYSE.

Gracias a este hito, Wallbox deja de estar considerada en situación de incumplimiento y recupera la plena conformidad con los estándares de cotización exigidos por la bolsa neoyorquina, lo que asegura su continuidad en uno de los principales mercados financieros del mundo. Pero hay que recordar que en 2021 la empresa española logró un valor récord por participación de 18 dólares, que para finales de 2023 e inicios de 2024 ya había bajado hasta los 1,5 dólares, después de lo que se quedó fuera del mercado bursátil. Motivos por los que el valor de 3.000 millones de euros de la empresa se desmoronó por debajo de los 300 millones de dólares por aquel entonces.
Medidas para garantizar la estabilidad bursátil
La compañía catalana había puesto en marcha un contrasplit, o agrupación de acciones, de sus títulos ordinarios de clase A, que entró en vigor el pasado 3 de julio de 2025. Con esta medida, Wallbox buscaba corregir la deficiencia en el precio de cotización, reforzar la percepción de solidez de la acción y garantizar la permanencia de la empresa en el parqué neoyorquino.
El contrasplit, práctica habitual entre empresas que atraviesan periodos de baja valoración bursátil, permitió a Wallbox ajustar el valor unitario de sus acciones y cumplir con los estándares requeridos por la NYSE, evitando así una posible exclusión de cotización.
Un paso clave para la confianza de los inversores

La recuperación de la conformidad con los requisitos de cotización supone un alivio para los accionistas y una señal positiva para el mercado, ya que refuerza la estabilidad de la compañía frente a los inversores internacionales. El proceso no ha sido fácil, pues hay detrás una reestructuración de la empresa que se ha llevado por delante una planta que Wallbox tenía en Barcelona, así como oficinas en puntos estratéticos como Dinamarca, Suecia y Australia, con los lógicos despidos de personal.
Wallbox, especializada en soluciones de carga inteligente para vehículos eléctricos y sistemas de gestión energética doméstica y empresarial, mantiene su objetivo de consolidarse como un actor global en el proceso de electrificación del transporte. Su continuidad en la Bolsa de Nueva York es considerada estratégica, tanto para facilitar el acceso a capital como para aumentar su visibilidad en el competitivo sector de la movilidad eléctrica.
De cara al futuro, las acciones ordinarias de clase A de Wallbox continuarán cotizando en la NYSE, siempre que se mantenga el cumplimiento con todos los requisitos exigidos por la institución. Con este paso, la empresa reafirma su compromiso con los estándares del mercado y envía una señal de confianza en su proyecto de crecimiento internacional.