Con unas placas solares desplegables, la primera moto eléctrica autosuficiente del mundo no necesita enchufes ni gasolineras

Este concepto de moto eléctrica con placas solares en forma de ‘alas’, promete una gran autonomía teórica y despierta tantas expectativas como dudas.

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La Solaris es todavía un prototipo, pero ya despierta mucha expectación.
08/12/2025 08:30
Actualizado a 08/12/2025 08:30

La firma Mask Architects, con sede en Olbia (Cerdeña), se ha hecho un nombre con proyectos de diseño arquitectónico y de producto. Ahora pretende irrumpir también en el sector de la movilidad con Solaris, un prototipo que ellos mismos definen como la primera moto solar autosuficiente del mundo.

A diferencia de otros proyectos impulsados por fabricantes, Solaris nace de una iniciativa privada del estudio, sin el respaldo de un socio industrial. Su objetivo es ambicioso: ofrecer un vehículo que pueda recargar su batería sin enchufes ni combustible, únicamente mediante energía solar.

La promesa: una moto eléctrica que se carga sola

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No hay datos de autonomía ni tiempos de carga oficiales.

Mask Architects presenta Solaris como un vehículo autónomo y libre de infraestructuras, capaz de cargar su batería de manera gratuita y sin emisiones. En un momento en el que la movilidad eléctrica depende todavía de enchufes y cargadores públicos, la idea resulta tan sugerente como disruptiva.

El sistema se basa en dos paneles solares laterales que funcionan como “alas”: pueden desplegarse durante el estacionamiento y recogerse al circular. Su superficie fotovoltaica permitiría recargar el batería de iones de litio, descrita únicamente como de “gran capacidad”. El estudio no ha facilitado todavía datos concretos de kWh, tiempos de carga ni autonomía estimada.

Un diseño futurista con dudas técnicas

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Depende de una gran evolución de la tecnología de placas solares.

Aunque las imágenes generadas por ordenador muestran un diseño espectacular, varios elementos plantean interrogantes. El motor eléctrico, del que solo se dice que ofrece un “alto par”, aparece en renderizados situado demasiado adelantado, lo que podría complicar la transmisión por correa anunciada y comprometer la ergonomía del tren trasero.

También genera dudas el sistema de suspensión posterior, con una basculante de aluminio y carbono dotada de un mecanismo complejo y un monoamortiguador situado de forma poco convencional. En contraste, la horquilla telescópica y el bastidor tipo puente parecen ser elementos más realistas. Como sea, sigue siendo una render a ordenador de lo que sería un prototipo.

La física, un rival difícil: ¿carga solar suficiente?

El mayor límite no está en el diseño, sino en la cantidad de energía solar realmente aprovechable. Según estimaciones basadas en paneles actuales, cargar un paquete de entre 5 y 10 kWh, habitual en motos eléctricas, requeriría más de 10 horas de exposición solar directa, incluso con condiciones ideales.

Esto haría que la autonomía dependiera casi por completo del tiempo de estacionamiento a pleno sol, restringiendo severamente el uso cotidiano. La recarga mediante frenada regenerativa tampoco compensaría ese déficit energético.

Un concepto estimulante, pero aún lejano

Mask Architects sostiene que Solaris podría convertirse en un producto real si la tecnología de paneles solares y baterías continúa avanzando rápidamente. No obstante, por ahora no existen planes concretos de producción ni un precio estimado, y todo el proyecto permanece en fase conceptual.

La Solaris es una moto eléctrica que cautiva por su idea central: un vehículo que se carga gratis, sin enchufes ni gasolina. Pero, por el momento, sigue siendo una visión más cercana al diseño conceptual que a la viabilidad técnica. Su llegada al mercado dependerá tanto del progreso tecnológico como de encontrar un socio industrial dispuesto a materializar un proyecto tan audaz.