La Guardia Urbana de Cornellà detuvo en la medianoche del pasado viernes 10 de febrero al conductor de un patinete eléctrico por saltarse un semáforo en rojo y circular sin las luces reglamentarias. Pero esto fue solamente el prolegómeno de una larga lista de infracciones y delitos que los agentes estaban a punto de descubrir.
La patrulla de guardias detuvo al conductor por saltarse un semáforo en rojo (infracción que conlleva multa de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos si tiene permiso de conducir), además de circular de noche sin luces. Una acción que se considera conducción negligente y conlleva una multa de otros 200 euros. De los puntos no debía preocuparse el conductor, ya que no dispone de permiso de conducir.
Cuando procedieron a chequear el patinete, descubrieron que estaba trucado. Con el acelerador a tope, el indicador de velocidad marcaba 118 km/h. Recordemos que la velocidad máxima permitida para los vehículos de movilidad personal (VMP) es de 25 km/h. Modificarlo o trucarlo para superar esta velocidad tiene una multa de 500 euros.
Todavía faltaba la sorpresa de verdad. Al registrar al conductor, comprobaron que llevaba encima 155 gramos de hachís, dos frascos de popper, dos navajas, un spray de pimienta no homologado, una defensa rígida y un chaleco antibalas. Todo este material fue intervenido junto al patinete, que ya por el hecho de estar modificado se debía intervenir.
Aún faltaba un aliciente más para terminar de completar esta historia. Al conductor se le realizó un test de drogas y dio positivo en THC, opiáceos, cocaína, heroína, anfetaminas y benzodiacepinas. Un total de seis estupefacientes distintos, constitutivos de delito contra la seguridad vial. Al conductor del patinete eléctrico también se le abrieron diligencias por un delito contra la salud pública y se le intervinieron tanto las sustancias ilegales como las armas que llevaba encima.
Normas para circular en patinete eléctrico en España en 2023
Los patinetes eléctricos se han convertido en cuestión de pocos años en un elemento cotidiano y muy común en todo tipo de ciudades, tanto grandes como más pequeñas. La irrupción tan rápida de este tipo de vehículos pilló a contrapié a las administraciones públicas, que no tuvieron una regulación específica para los patinetes eléctricos (denominados ‘Vehículos de Movilidad Personal’ a efectos legales) hasta principios de 2021.
Los patinetes ya están recogidos en el Reglamento General de Circulación y, con ello, las normas para circular correctamente y las sanciones en caso de no hacerlo de acuerdo con la ley. Por ejemplo, superar la tasa de alcohol permitida o dar positivo en drogas tiene la misma multa que en otros vehículos (hasta 1.000 euros, según el caso). También está prohibido usar el teléfono móvil y llevar auriculares mientras se conduce el patinete.
Otros aspectos dependerán de la Ordenanza Municipal de cada ayuntamiento. Por ejemplo, la edad mínima para llevar uno, si tienen permitido o no circular por el carril bici o la normativa respecto al estacionamiento.
