La NASA ha contribuido a la innovación en múltiples ocasiones, siendo el mercado del transporte uno de los más favorecidos por sus inversiones. La última de ellas podría derivar en el fin de los neumáticos de bicicletas con cámara de aire. Las ruedas antipinchazos de las que te vamos a hablar a continuación destacan, principalmente, por haber sido una línea de investigación del organismo aeroespacial, pudiendo adaptarse al mercado comercial lo logrado a nivel de tecnología.
La NASA crea unas ruedas antipinchazos que podrían ser perfectas para el mundo de la bici
Las cámaras de aire en la bicicleta se han mantenido vigentes durante décadas, pero lo cierto es que sigue planteando una serie de problemas ligados con los pinchazos. Arreglar uno no cuesta demasiado trabajo, pero puede ser peligroso si el mismo se ha producido en una carretera concurrida. Como solución a ello, hay una propuesta denominada METL. Adoptada ahora por la empresa SMART Tire Company, se trata de una tecnología que basa su diferenciación en el NiTinol+.
Se trata de una aleación que consigue recuperar su forma original de forma continua, algo que ocurre, además, a nivel molecular. De esta forma, este tipo de cableado consigue adaptarse siempre a la orografía del terreno para, posteriormente, recuperar el diseño ovalado que caracteriza a la rueda convencional. Todo este proceso ocurre de forma automática, requiriéndose apenas unos segundos para que se complete todo el proceso.
La NASA, a través de su división NASA Startup Studio, tenía como objetivo crear neumáticos para poder circular por terrenos rocosos de Marte sin dificultad y, sobre todo, sin riesgo de sufrir un pinchazo. Tras unos años desde el descubrimiento de la aleación y su empeño en el ámbito aeroespacial, ha sido un fabricante asociado al mundo de la bici el que quiere ofrecer un producto distinto.
Una de las principales cualidades de esta tecnología es la durabilidad de este sistema, el cual está pensado para poder recorrer hasta ocho mil millas, o lo que es lo mismo, casi trece mil kilómetros. Del mismo modo, recauchutar cada rueda supondrá apenas un coste adicional de 12 euros, convirtiéndose así en una propuesta mucho más interesante que mediante la fórmula convencional.
Una campaña iniciada en Kickstarter ha permitido comenzar el desarrollo comercial del producto. Se pueden realizar aportaciones por valor de 500 dólares, recibiéndose a cambio un juego de ruedas antipinchazos. Para saber si el precio es o no competitivo, habrá que esperar a ver cómo es su fiabilidad y, por supuesto, la durabilidad del compuesto.