El concepto del hyperloop tiene sus raíces en ideas de transporte por tubos al vacío que se remontan más de un siglo. Pero fue el Elon Musk quien en 2013 revitalizó la visión publicando el documento “Hyperloop Alpha” donde describía cápsulas desplazándose a velocidades superiores a 1.000 km/h dentro de tubos de baja presión mediante levitación magnética o neumática.
A partir de ese momento nacieron múltiples iniciativas en todo el mundo (como Virgin Hyperloop, Hyperloop Transportation Technologies o Zeleros) que comenzaron a experimentar con prototipos, pruebas de vacío, cápsulas-pod y rutas-concepto para validar la viabilidad técnica de esta nueva modalidad de movilidad.

El desarrollo del hyperloop en España
Durante los últimos años, el desarrollo del Hyperloop ha avanzado con fases de prueba cada vez más complejas. En 2017 Hyperloop One completó el primer test de sistema completo en un entorno de vacío en Nevada, alcanzando casi 2 G de aceleración y una velocidad de unos 113 km/h en una pista de prueba de 500 m. Aunque aún dista de las velocidades prometidas, dichos ensayos demostraron que los tres componentes clave del sistema, tubo de baja presión, cápsula y estaciones de embarque, podían funcionar de forma integrada.
En España, la compañía valenciana Zeleros está desarrollando un sistema tipo Hyperloop que podría conectar ciudades como Valencia y Madrid en unos 30 minutos. El proyecto se basa en cápsulas que circulan en tubos de baja presión para reducir la resistencia del aire, y que se sustentan mediante levitación (magnética o neumática) impulsadas por sistemas eléctricos.
Zeleros es responsable del diseño técnico completo del sistema: la estructura de los tubos, las cápsulas y la integración de levitación, además de la propulsión. El objetivo es alcanzar velocidades de hasta 1.000 km/h, lo que permitiría cubrir distancias largas en tiempos hasta ahora inimaginables dentro de la península.

El proyecto principal citado enlaza Valencia-Madrid en 30 minutos, lo que supone un salto cualitativo frente a los actuales servicios de alta velocidad, que tardan aproximadamente dos horas y media. España tiene una densidad de infraestructuras ferroviarias y un interés claro por la movilidad sostenible, lo que hace que iniciativas como esta tengan una atmósfera favorable para su desarrollo.
Aunque el proyecto tiene un planteamiento muy ambicioso, Zeleros reconoce los múltiples desafíos que debe superar. Los obstáculos principales se centran en el ámbito técnico que se centran en lograr la levitación estable, mantener el vacío en los tubos y garantizar seguridad a esas velocidades. También es clave el aspecto económico ya que la inversión es muy elevada y no hay que olvidar la regulación ya que la normativa para sistemas tan novedosos aún está por definirse en muchos aspectos.
La puesta en marcha está prevista hacia el año 2030, lo que muestra que aún estamos ante una fase temprana del proyecto.
La importancia del Hyperloop en el sector de la movilidad y la energía
Este tipo de transporte representa una mezcla de varias líneas de innovación: la electrificación total, la levitación magnética/neumática, la infraestructura de vacío y la demanda de movilidad eficiente entre grandes ciudades. Zeleros, al asumir el diseño integral, también abre la puerta a sinergias con energías renovables, almacenamiento, y gestión de infraestructuras de alto rendimiento. Entere sus ventajas están
- Reducción drástica del tiempo de desplazamiento. Un trayecto Valencia-Madrid en media hora cambiaría de forma radical la concepción de las distancias en España.
- Eficiencia energética y emisiones. Aunque los datos concretos de consumo no se han hecho públicos en detalle, la utilización de propulsión eléctrica y tubos al vacío sugiere una menor pérdida energética que los trenes convencionales a velocidades comparables.
- Transformación regional. Ciudades intermedias pueden integrarse en un radio de desplazamiento mucho mayor, lo que puede dinamizar economías locales o modificar patrones de asentamiento.
- Infraestructura disruptiva. La necesidad de construir un tubo dedicado, garantía de vacío, mantenimiento de la cápsula, estaciones específicas… todo esto requiere inversiones elevadas y planificación urbana y territorial de primer nivel.
Aunque la idea cobra impulso, quedan múltiples incógnitas: ¿Cuál será el coste real por pasajero? ¿Qué tarifa tendrá? ¿Cómo se integrará con la red ferroviaria, aeroportuaria o vial existente? ¿Quién asumirá los riesgos y costes de construcción y mantenimiento? Además, el desarrollo técnico debe demostrar su fiabilidad real a escala operativa, lo que implica prototipos, ensayos y apoyos residenciales o institucionales.
El proyecto del hyperloop de Zeleros representa una apuestas para el sector de la movilidad en España. Si llega a concretarse, podría redefinir el transporte interurbano en el país, combinar eficiencia, velocidad y sostenibilidad, y marcar un nuevo estándar tecnológico. No obstante, hasta que se superen los retos técnicos, financieros y regulatorios, seguirá siendo una promesa en desarrollo más que una realidad cotidiana. En ese sentido, conviene seguir de cerca sus hitos y avances, porque estamos ante uno de los proyectos que podrían transformar la movilidad del siglo XXI.