"Absolutamente implacable": La dura lección que aprendió Tesla al desmantelar coches eléctricos chinos

Tras más de una década dominando el mercado, este será el primer año en el que Tesla no termine el curso como el mayor fabricante de coches eléctricos. China toma ahora el mando.

Tesla ha aplicado conceptos y tecnologías procedentes de la industria automovilística china.
Tesla ha aplicado conceptos y tecnologías procedentes de la industria automovilística china.
07/12/2025 07:30
Actualizado a 07/12/2025 07:30

La reducción de costes se ha convertido en un mantra y en una obsesión para los fabricantes de automóviles. Reducir las facturas es indispensable para poder ofrecer coches baratos y de gran relación calidad-precio. Los fabricantes occidentales están teniendo problemas para mantener a raya los gastos, mientras que las marcas chinas aplican un concepto totalmente diferente. Tesla ha aprendido de ellos y ha aplicado esos conocimientos en su propio beneficio. Gracias a lo aprendido al desmantelar coches eléctricos chinos, Tesla es hoy mejor.

La práctica de desmontar coches de la competencia es algo absolutamente normal y reconocido por parte de todas las marcas de la industria. Hay que conocer al rival para poder plantarle cara. El máximo responsable de Ford, Jim Farley, ha reconocido abiertamente haber estado conduciendo varios meses un Xiaomi SU7 para conocer de primera mano sus bondades. Comprar coches de la competencia y reducirlos a un amasijo de piezas y hierros es de lo más normal. Todos los fabricantes lo hacen, pero ahora hay un factor más habitual: los coches a desmontar son chinos.

John McNeill
John McNeill fue presidente de Tesla entre 2015 y 2018.

Reutilizar componentes, la clave del éxito de los coches eléctricos chinos

China ha despertado de su letargo industrial y se ha convertido en el epicentro mundial en lo que a movilidad eléctrica se refiere. Sus coches empiezan a inundar el mundo, sorprendiendo a fabricantes tradicionales como Toyota, Volkswagen o incluso Tesla. Los americanos han dominado el segmento del coche eléctrico durante más de una década hasta la aparición de China y de marcas como BYD. Para intentar comprender el trabajo de sus rivales, Tesla ha aplicado varios de los conceptos del gigante chino, tal y como reconoce John McNeill durante una entrevista concedida a Business Insider. McNeill fue presidente de Tesla durante casi tres años, entre 2015 y 2018.

En la ya mencionada entrevista, el ex alto ejecutivo ha reconocido que los ingenieros desmontaron muchos coches chinos y que se llevaron una gran sorpresa al ver lo que se escondía en su interior. "Los ingenieros chinos son muy disciplinados a la hora de reutilizar piezas ocultas bajo el capó que el cliente no puede ver, y así ahorran mucho dinero", afirma. Desarrollar piezas comunes para varios modelos no es nada nuevo para los fabricantes occidentales, pero las empresas chinas lo llevan a otro nivel, según McNeill. Reutilizar piezas en diferentes modelos es esencial para reducir las facturas y así poder ofrecer coches más baratos.

Tesla Gigafactoría
Tesla ha aplicado conceptos de producción chinos en sus líneas de montaje.

McNeill ha reconocido que al desmontar todos los BYD te das cuenta de que la empresa reutiliza muchos de sus componentes, como los limpiaparabrisas. “Lo que consideró súper inteligente porque un motor de limpiaparabrisas realmente no cambia ni mejora la experiencia”. Tesla ya era "absolumante implacable" con esta técnica, como reconoce su ex máximo responsable, pero tras desvalijar coches eléctricos chinos implementó una política de reutilización aún más agresiva. Tesla nunca ha ocultado que el Model 3 y el Model Y comparten muchos componentes. Elon Musk afirmó en una ocasión que son casi iguales en un 75%. Comparten plataforma, motorizaciones, componentes interiores y muchas otras piezas, incluyendo asientos, botones y tiradores de las puertas.