El CEO de Volvo es tajante: "los clientes deben pagar los costes de las tarifas, no nosotros"

Los suecos tendrán que repercutir en los precios de venta las nuevas tasas arancelarias propuestas desde el Despacho Oval. El mercado prevé una gran crisis si se ejecutan.

Los clientes de Volvo tendrán que pagar más por sus coches a partir del 1 de junio.
Los clientes de Volvo tendrán que pagar más por sus coches a partir del 1 de junio.
27/05/2025 08:00
Actualizado a 28/05/2025 07:57

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha removido los cimientos de la globalización. Todo el mundo se enfrenta a una gran crisis comercial instigada por el presidente americano. Los conflictos entre mercados han tensado la economía de muchas marcas y fabricantes. El sector de la automoción es de los más castigados. La batalla arancelaria entre países sólo tiene un damnificado, los conductores. Los clientes tendrán que asumir el gasto adicional. El CEO de Volvo lo ha dejado bien claro tras sus últimas declaraciones. A partir del 1 de junio todo podría cambiar si finalmente no se resuelve la tensión, aunque no parece que vaya a ocurrir.

Bajo el emblema de Make American Great Again, Donald Trump se ha propuesto desmontar los cimientos de la globalización. El presidente republicano quiere que las marcas vuelvan a fabricar en el país y como única forma de lograrlo sólo se le ha ocurrido anunciar importantes sanciones económicas a las empresas que produzcan en el extranjero. Conste que Estados Unidos no ha sido el único país del mundo en aplicar tan controvertida medida. Europa fue la primera región del mundo en castigar la llegada de coches eléctricos procedentes de China. Con una pequeña diferencia en ambos casos. China si puede y está decidida a asumir los costes adicionales de dichas sanciones.

Declaraciones Hakan Samuelsson
Häkan Samuelsson durante una de sus últimas intervenciones públicas.

Los clientes serán los primeros damnificados por el aumento de precios

Las marcas chinas, apoyadas e incentivadas en gran medida por el gobierno de Xi Jinping, pueden hacer frente a mayores tasas arancelarias dado que pueden compensar las pérdidas con el inmenso volumen de ventas locales. Marcas como Volvo no tienen ese lujo. Si a la marca le cuesta más llevar el coche hasta el concesionario, el precio de venta subirá ante la reducción de las tasas de rentabilidad. Las marcas tradicionales sufren un gran estrés económico por dichas sanciones. La semana pasada, Donald Trump anunció que a partir del 1 de junio activaría un arancel directo del 50% a todos los productos fabricados en la Unión Europea.

Para Volvo, Estados Unidos es uno de sus mercados principales. La situación económica de de la compañía es de todo menos extraordinaria, a pesar de pertenecer a uno de los conglomerados automovilísticos más importantes de China, el Grupo Geely. La estrategia de la compañía no ha tenido el efecto deseado y recientemente se ha producido un cambio de roles dentro de los despachos de la marca sueca. El anterior CEO de la empresa, Jim Rowan, ha cedido su puesto a Häkan Samuelsson, que vuelve a la compañía tras unos años de ausencia. La anterior etapa de Samuelsson fue una de las más fructíferas para Volvo, entre 2012 y 2022. Ya en su primer mandato tuvo que lidiar con un mercado muy complicado. Hoy la situación es diferente.

Volvo XC70 Detalle
Volvo apostará por los híbridos enchufables como bote salvavidas.

Tal y como recoge Reuters, Samuelsson deja bien claro que será el cliente y no la marca el que asuma el arancel extraordinario fijado por la administración Trump. El modelo más afectado será el pequeño Volvo EX30. Es el coche más barato de la compañía y por lo tanto el más sensible a cualquier ligero aumento de precios. Aumentar los precios supondrá perder ventaja competitiva frente a otros rivales, provocando que los conductores apuesten por otras alternativas. En Europa ha ocurrido algo muy similar. Para evitar el problema, el EX30 será fabricado de forma local en el Viejo Continente. La fábrica de Gante ya se prepara para recibir su ensamblaje. La otra vía de salvación para Volvo es apostar en mayor medida por los híbridos enchufables.