Para entender la loca demanda que un grupo de clientes de Tesla han interpuesto en París contra la empresa de Elon Musk sólo hace falta retroceder unos meses: en plena caída de imagen de este ejecutivo, en Estados Unidos se llevaron a cabo actos vandálicos contra concesionarios y vehículos de Tesla, que también llegaron a Europa, incluyendo Francia… y España.
Ahora, y tal y como publican varios medios galos, el despacho de abogados francés GKA ha interpuesto una demanda conjunta contra Tesla, en la que agrupa a 12 clientes que se han sentido agraviados por las recientes actividades de Elon Musk y, sobre todo, por cómo han afectado a la valoración, tanto económica como social, de sus coches.

Una demanda de lo más curioso contra Tesla
Esta demanda, interpuesta en el Juzgado Mercantil de París, se basa en el artículo 725 del Código Civil francés, que especifica que “la garantía que el vendedor debe al comprador” tiene como fin salvaguardar “dos cuestiones”: “la primera es la posesión pacífica de la cosa vendida; la segunda, los defectos ocultos que pudiera tener este bien”.
Con esta norma como justificación, el abogado de GKA Patrick Klugman señala que “todos los demandantes han sido víctimas de un problema en el disfrute de su vehículo Tesla desde que Elon Musk se embarcó en la política y tomó determinadas decisiones que repercutieron en Tesla y en sus clientes”. Además, y tal y como explica este letrado “los coches de mis clientes han sido objeto de actos vandálicos y los demandantes tienen miedo porque son insultados y amenazados [por conducir un Tesla]”.

El texto de esta demanda hace hincapié en que “la creciente hostilidad hacia la marca Tesla está afectando a concesionarios y propietarios de vehículos” y señala que la empresa de Elon Musk “es consciente de este aumento significativo en los actos criminales, incluyendo [aquellos dirigidos contra] los vehículos Tesla y sus conductores.”
Así las cosas, la demanda llega a la conclusión de que “el coste social de conducir un Tesla actualmente para sus clientes es mucho más alto que conducir un 4x4 contaminante".
Esto supone una variación más que significativa sobre la garantía de “la posesión pacífica” de un bien, por lo que, en esta demanda, los clientes de Tesla solicitan la finalización y rescisión de los contratos de arrendamiento de sus coches -la mayoría de estos automóviles se adquirieron mediante renting- y devolver los vehículos a cambio del reembolso de las cantidades que ya han abonado.