A raiz del lanzamiento del dispositivo Rabbit R1, que ha vendido más de 40.000 unidades en apenas cuatro días, nos hemos acordado de Flipper Zero. Si bien la novedad tiene que ver con la inteligencia artificial y el particular uso que hace de ChatGPT y de las distintas aplicaciones sin depender del teléfono móvil, en el caso de Flipper también hay una multitud de funciones, aunque no todas gustan a las autoridades.
Se lanzó en el año 2020, pero no ha sido hasta hace un año, también ayudado por vídeos que muestran algunas de sus utilidades, cuando se ha hecho especialmente popular.
Este dispositivo de código abierto se presenta con un precio y un tamaño similar al de la propuesta de Rabbit, aunque, como vamos a ver, el destino de Flipper va muy encaminado a leer y copiar códigos. Es decir, que las cerraduras electrónicas se pueden clonar, ya sean de la puerta de un garaje, de un coche o de otro sistema que utilice frecuencias que sea capaz de leer el aparato.

De ahí que este curioso artefacto, que tiene como mascota virtual un delfín, no sea precisamente un juguete. Portales como Amazon aseguraron que lo iban a retirar de la venta, por lo cierto es que se puede encontrar por entre 150 y 200 euros en distintas webs, incluido el citado portal.
Apenas una pantalla de LCD y unos pocos botones, además del lector de infrarrojos y los accesorios que permite equipar, son suficientes para que veamos cómo algunos consiguen abrir puertas de edificios, de garajes o incluso coches. Un uso adecuado te puede permitir ahorrarte unos cuantos euros en mandos del garaje, pero el problema es que los ladrones han encontrado un filón en el aparato y están dando más de un quebradero de cabeza a la Policía.
Emparejado con el teléfono móvil para actualizar e instalar distintas funcionalidades, es capaz de leer, copiar y reproducir etiquetas RFID y NFC, además de frecuencias de radio. Eso hace viable que sea capaz de emular el sistema de apertura de algunos modelos de coches.
Pero también se le puede dar uso como mando universal para la televisión, para el aire acondicionado y para otros dispositivos electrónicos que tengamos en casa y que podemos manejar desde un único dispositivo. Claro está, que será del todo legal y no intrusivo siempre que estemos actuando sobre cosas que sean de nuestra propiedad. El resto de usos se pueden convertir en delitos y te pueden acarrear problemas con la Justicia.
De hecho, hemos visto también diversos vídeos en los que se muestra cómo se puede utilizar Flipper Zero para robar datos de tarjetas bancarias o para controlar semáforos y paneles de información digitales de estaciones de servicio.
Como viene siendo habitual, la tecnología se puede utilizar con buenos o malos fines. Posiblemente otros dispositivos como el propio Rabbit R1 acaben permitiendo cosas parecidas, todavía más evolucionadas fruto de la inteligencia artificial.