La gente elige estos coches porque son una alternativa real al eléctrico y al de combustión, pero estos datos son un jarro de agua fría

El último informe de J.D. Power pone de manifiesto que los coches híbridos enchufables se ven afectados por más averías que los eléctricos de baterías.

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Los híbridos enchufables tienen puntos fuertes, pero también experimentan más problemas.
12/07/2025 06:00
Actualizado a 12/07/2025 06:00

El momento que atraviesa la industria del motor, con tantas opciones tecnológicas y de sistemas de propulsión diferentes, hace que los compradores de coches estén llenos de dudas: “¿Es mejor un coche eléctrico o un coche híbrido enchufable?”, “¿Es suficiente con un híbrido eléctrico?”. Ahora, J.D. Power busca arrojar algo de luz con su último informe, en el que pone de manifiesto cuál es el tipo de automóvil que tiene más problemas.

Lo ha hecho mediante su estudio 2025 U.S. Initial Quality Study, que analiza las averías experimentadas durante los 90 primeros días de propiedad: cuanto menor sea la puntuación, mejor es la calidad del vehículo.

La principal conclusión es clara: los vehículos híbridos enchufables (PHEV) presentan la mayor cantidad de problemas. Por primera vez desde que la empresa lleva a cabo este tipo de estudios, los PHEV, en promedio, presentan más problemas que sus homólogos de batería (BEV): 237 PP100 frente a 212 PP100. Además, se sitúan muy por encima de los gasolina (184 PP100) y de los híbridos eléctricos (196 PP100), que siguen siendo opciones más fiables.

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Por primera vez, superan en problemas a los eléctricos.

El papel clave de Tesla

Este cambio de posiciones ha sido inesperado, pero Frank Hanley, director sénior de benchmarking automotriz en J.D. Power ha explicado a qué se debe a InsideEVs: “Como pueden imaginar, Tesla domina el mercado de vehículos eléctricos, así que cuando mejora (como lo hizo en 62 PP100 este año), se lleva consigo el promedio de los vehículos eléctricos de batería (BEV). Además, al comparar los PHEV con los modelos BEV o ICE, se ven afectados por problemas tanto del motor de combustión (cambios de marcha, vacilación, etc.) como de los motores eléctricos (autonomía, problemas de carga, etc.)”.

Es algo que no sorprende en exceso y es que esa naturaleza dual, que combina elementos térmicos con otros eléctricos, tiene sus ventajas a la hora de conducir (como una mayor versatilidad para adaptarse a las circunstancias de cada momento), pero también hace que haya dos fuentes potenciales de problemas a la vez.

Algo en lo que híbridos enchufables y eléctricos puros se parecen es en que presentan resultados muy diversos: “Entre los PHEV, hay modelos con un rendimiento excelente, así como otros que presentan problemas. Las puntuaciones de los PHEV van desde 206 PP100 hasta 362 PP100. Esto no difiere de las de los BEV, cuyo rango va de 157 PP100 a 371 PP100”.

Los problemas con las pantallas

El informe también presta atención a un elemento que en los últimos años ha generado polémica en el mundo del automóvil: la presencia, excesiva o no, de pantalla táctiles en detrimento de la presencia de controles analógicos.

Hanley explica: “Si bien los clientes encuentran atractivas las pantallas táctiles más grandes, su funcionalidad dentro del vehículo es cada vez más frustrante. Los clientes tienen que tocar y deslizar el dedo por varias pantallas para acceder a funciones clave del vehículo, como la configuración del climatizador y el control remoto integrado para las puertas del garaje. Los propietarios consideran que estas funciones son demasiado complicadas y distraen demasiado al conducir. Al mantener controles físicos dedicados para algunas de estas interacciones, los fabricantes de automóviles pueden aliviar los problemas y simplificar la experiencia general del cliente”.

El estudio vuelve a poner de manifiesto lo que ya ha salido a la luz en otras tantas ocasiones: los botones físicos presentan una mayor facilidad de uso y permiten accesos directos a ciertas funciones que se usan de manera más habitual, algo que los usuarios prefieren a tener que estar navegando por diversas capas de menús en una superficie táctil, algo que es menos intuitivo y distrae mucho más a los conductores.