BMW abandona definitivamente la producción de motores térmicos en su planta principal de Múnich, ubicada junto a su sede. A partir de ahora, estos serán enviados para su construcción y ensamblaje sobre los diferentes modelos en otras plantas de la compañía. De esta manera, la marca pone fin a más de seis décadas de historia de la factoría alemana. A partir de ahora, únicamente se trabajará con modelos 100% eléctricos.
Desde el pasado mes de octubre de 2021, la planta germana acoge la fabricación en masa de uno de sus coches eléctricos más queridos: el BMW i4. Este recibía el trabajo de ensamblaje junto a otros vehículos con mecánica de gasolina, diésel o híbrida, algo que no volverá a suceder.
El fin de una era térmica en Múnich
Concretamente, la compañía ensambló su último motor de gasolina el pasado día 10 de noviembre, aunque no ha sido hasta ahora cuando se ha hecho público oficialmente. Este último bloque motor producido en Múnich fue el V8 de gasolina que la compañía emplea en alguno de sus modelos deportivos firmados por M. Ahora, concretamente, estos bloques pasarán a ser fabricados en Hams Hall, Reino Unido, mientras que los más pequeños serán ensamblados en Steyr, Austria.
Según publica el medio alemán BR24, los 1.200 empleados que tiene la compañía en la planta germana serán sometidos a una nueva formación para el desempeño de funciones diferentes dentro de la misma instalación o en otras de las que tiene BMW en activo actualmente. Entre esto y la adaptación de la planta de cara a los próximos años, la marca ha invertido un total de 400 millones de euros.
En realidad, no es algo que haya cogido por sorpresa a nadie, ya que en el año 2020 la marca anunció que a finales del 2023 darían por culminada la vida de la planta como lugar de fabricación de motores térmicos para centrarse así en los eléctricos.
Desde ahora, la factoría muniquesa contará con la ya mencionada producción del BMW i4 y se pondrá manos a la obra para preparar sus diferentes líneas para la recepción de los nuevos modelos eléctricos. Entre ellos, estarán los asentados sobre la plataforma Neue Klasse, como el BMW i3 o la segunda generación del iX3. La firma ya concretó que lanzará hasta seis modelos eléctricos sobre esta plataforma entre los años 2025 y 2026, aunque no todos irán a parar a la planta de Múnich.
La compañía cuenta actualmente con otros emplazamientos en Alemania, como Dingolfing, donde producen los BMW iX, i5 e i7, o Ratisbona, donde hacen lo propio con los iX1 e iX2. Por otro lado, la marca también espera construir una nueva instalación en Strasskirchen, donde producirán esencialmente baterías para sus coches eléctricos.
Aunque, a priori, parezca que BMW está encauzando toda su gama hacia los coches eléctricos, lo cierto es que es una de las pocas compañías que se niega a dar una fecha concreta para comercializar únicamente modelos cero emisiones. Eso sí, ya mostró un primer paso de cómo se verán sus coches eléctricos basados en Neue Klasse hace unos meses y que comenzarán a llegar al mercado a partir del año 2025.
