La llegada de los coches conectados ha hecho que se empiece a hablar de la tecnología ‘V2X’, es decir, la comunicación de los vehículos con todo lo que les rodea. Sin embargo, este tipo de sistema se refiere a comunicación con otros sistemas tecnológicos, es decir, otros vehículos, infraestructuras, semáforos, etc. Esto deja un hueco importante sin cubrir: la comunicación con los seres humanos que se encuentran en la calle y las carreteras, los peatones.
Esto será especialmente importante cuando los coches vayan escalando por los distintos niveles de conducción autónoma y el conductor no tenga que estar tan pendiente de la carretera. Ante un automóvil convencional, un peatón puede mirar a quien está al volante y, mediante comunicación no verbal, entenderse para saber cuáles son sus intenciones. Sin embargo, si no existe esta opción, será el propio coche el que tendrá que comunicarlas, y en Stellantis creen que un gif animado puede ser una buena solución al problema.

Comunicación directa con los peatones
La compañía acaba de presentar un prototipo del Opel Grandland que, equipado con tecnología autónoma de nivel 3, además cuenta con un sistema de iluminación específico que es el que le permite comunicarse con los viandantes.
El SUV cuenta con sistema de cámaras para la detección de objetos y gestos, así como con un sistema de inteligencia artificial que permite predecir las intenciones de los peatones. Además, se dotó al vehículo de información sobre todas las situaciones que puede encontrarse en una calle, desde las que tienen menor peligro a las que más. Ejemplos de ellos son, por ejemplo, que alguien se ponga a cruzar saliendo de entre dos coches o que un niño se meta en la carretera persiguiendo un balón.
Con la base de datos establecida, se pasó al sistema de iluminación. Julisa Le, ingeniera líder en innovación de la compañía, comenta: “Elegimos específicamente colores que no estén ya asociados con otras funciones del vehículo para evitar malentendidos. Por ejemplo, el rojo es intuitivamente comprensible, pero ya se utiliza en las luces de freno o las luces traseras de los coches. El cian y el magenta se han evaluado exhaustivamente para su percepción y actualmente no están presentes en ninguna situación de tráfico. Ambos garantizan una comunicación clara e inequívoca con los demás usuarios de la vía”.
Colores fácilmente identificables
De esta manera, cuando el vehículo está operando en un nivel 3 de conducción autónoma, los intermitentes delanteros y traseros se iluminan permanentemente en cian, lo que permite ver a los demás que está funcionando en dicho modo. Cuando los sistemas detectan un peatón en la trayectoria del vehículo, la iluminación pasa a un tono magenta y la pantalla central en la que antes estaba el logo muestra una señal de advertencia del mismo color, para hacer ver al peatón que el coche se está acercando. Cuando el coche se para, la iluminación cambia a verde y en la pantalla se muestra una figura del mismo tono caminando, para indicar al peatón que ya es seguro cruzar.
Philipp Röckl, responsable global de iluminación en Stellantis, explica: “Los faros desempeñan un papel fundamental en la mejora de la seguridad vial, pero los sistemas de iluminación modernos ofrecen mucho más. Por ejemplo, las firmas luminosas se pueden animar fácilmente y utilizar para animaciones. Y el Blitz iluminado en el Grandland se puede sustituir por una pantalla que muestra el emblema iluminado y se utiliza para comunicarse con otros usuarios de la vía y peatones. Al utilizar los elementos de iluminación existentes, se facilita la incorporación de funciones de comunicación una vez que incorporemos funciones de conducción autónoma en nuestros vehículos”.