La Dirección General de Tráfico (DGT) prepara una de las reformas más ambiciosas del Reglamento General de Circulación, con entrada en vigor prevista para el 1 de enero de 2026. Este conjunto de nuevas normas pone el foco en la seguridad vial en entornos urbanos y persigue adaptar el marco legal español a la proliferación de nuevos modos de transporte, priorizando la protección de los usuarios más vulnerables: peatones, ciclistas y usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (VMP).
Las medidas, que han sido objeto de análisis y debate en los últimos meses, buscan equilibrar la innovación en la movilidad con la necesidad de reducir la siniestralidad, un objetivo central dentro de la estrategia Visión Cero.

Las reformas de seguridad para las ‘dos ruedas’
Uno de los capítulos más destacados de la futura normativa afecta directamente a los usuarios de bicicletas y motocicletas, eliminando excepciones que hasta ahora permitían cierta laxitud en el uso de elementos de seguridad clave.
Para los ciclistas, la principal novedad reside en la obligatoriedad universal del casco protector. Desaparece la excepción que permitía circular sin este accesorio en tramos urbanos. A partir de 2026, todos los ciclistas, sin importar el tipo de vía o su ubicación, deberán llevarlo correctamente abrochado. En carretera, se mantendrá la posibilidad de circular en columna de dos, siempre y cuando se haga por el arcén y sin entorpecer el tráfico.
En el caso de los motoristas, se implementarán dos exigencias relevantes. Por un lado, se elimina la excepción médica que permitía a algunos usuarios circular sin casco por razones graves, haciendo el uso de este elemento estrictamente obligatorio para todos.
Por otro lado, y como novedad de calado, se introduce la obligación de utilizar guantes homologados en todo momento mientras se esté a los mandos de una motocicleta, una medida diseñada para proteger las manos en caso de caída.

Normas para los patinetes eléctricos
Los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), como los patinetes eléctricos, serán objeto de una regulación más estricta para garantizar la convivencia en el espacio público.
La DGT impondrá la obligación de que los usuarios de VMP circulen con las luces encendidas de forma permanente, incluyendo las horas diurnas. El objetivo es incrementar su visibilidad en todo momento y reducir el riesgo de atropellos, especialmente en tramos con poca iluminación o durante el reparto nocturno.
El incumplimiento de esta norma de alumbrado estará sujeto a una sanción de 200 euros. Además, los VMP tendrán vetada la circulación por los carriles VAO (Vehículos de Alta Ocupación), una restricción destinada a mantener la fluidez de estos carriles rápidos.

El cinturón de seguridad siempre, sin excepciones
Otro cambio significativo se centra en la extensión de la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad en ciudad, eliminando privilegios históricos para ciertos colectivos profesionales.
Hasta ahora, profesionales como taxistas, repartidores a domicilio y profesores de autoescuela podían estar exentos de usar el cinturón en trayectos urbanos cortos. Con la nueva normativa, esta exención desaparece. Estos profesionales deberán usar el cinturón en todo momento, independientemente de la duración o distancia del trayecto.
Las únicas excepciones que se mantendrán para circular sin cinturón serán las relativas a conductores y pasajeros de vehículos de urgencias (ambulancias, bomberos) durante el servicio, así como los menores de 1,35 metros de altura que viajen en taxi, siempre que lo hagan en los asientos traseros.
Los grandes desprotegidos, los peatones
Finalmente, la normativa incluye ajustes destinados a mejorar la seguridad del peatón en los cruces. Se establecerá la prohibición de parar o estacionar vehículos a menos de cinco metros de un paso de peatones. Esta medida busca eliminar los obstáculos visuales que impiden a los peatones ver el tráfico que se aproxima y, a su vez, que los conductores puedan divisar a tiempo a quienes van a cruzar.
A estas medidas se suma la obligatoriedad, también a partir de enero de 2026, de sustituir los tradicionales triángulos de emergencia por la luz de señalización V16, un dispositivo luminoso que se coloca en el techo del vehículo, lo que elimina la necesidad de abandonar el habitáculo en situaciones de riesgo en la carretera.
La reforma de 2026 marca un antes y un después en la movilidad en España, priorizando la seguridad y la adaptación de las reglas al nuevo panorama urbano, donde la presencia de vehículos ligeros y nuevos usuarios exige una regulación más precisa y estricta.