El 2025 ya forma parte de nuestra historia. 12 meses de intensa actividad en la industria del automóvil. El curso se cierra con Tesla en sus posiciones más altas. La empresa vale más que nunca, pero los resultados distan mucho de ser los mejores. A pesar de ello, los inversores siguen apostando por la empresa de Elon Musk, confiando en que llegarán a cumplirse todas esas predicciones que día tras día anuncia a todo el mundo a través de su propia red social. El problema es que el futuro siempre llega, y el de 2025 ha llegado para ponerle frente al espejo.
Hace apenas un año, el CEO de Tesla nos dibujó un escenario donde la marca no solo volvía a crecer, sino que dominaba el mundo con robots humanoides y camiones eléctricos. El 2025 ya ha quedado atrás y los datos no mienten: estas son las cinco grandes promesas de Musk para este año se han quedado en agua de borrajas.
1. El crecimiento que nunca existió
A finales de 2024, Musk sacó pecho en la llamada de resultados: "Preveo un crecimiento del 20-30% en 2025". Pues bien, agarraos: Tesla va a cerrar el año con unos 1,64 millones de vehículos entregados, lo que supone una caída del 8% respecto al año anterior. No solo no han crecido, sino que se están haciendo pequeños mientras el mercado eléctrico global sube un 25%. La competencia china no es que les esté pisando los talones, es que les ha pasado por encima.
2. ¿Robotaxis? Sigue esperando
"Podrás irte a dormir en tu coche y despertar en tu destino este mismo año". Esa fue otra de sus perlas. Prometió que la mitad de la población de EE.UU. tendría acceso a servicios de transporte autónomo de Tesla antes de terminar 2025. ¿La realidad? El Cybercab sigue en fase de pruebas piloto en Austin -y con algún que otro accidente- y no se espera una producción real hasta abril de 2026. Seguimos necesitando las manos en el volante y los ojos en la carretera.
3. El Tesla Semi, el eterno olvidado
Llevamos desde 2017 esperando el camión que iba a revolucionar la logística. Musk juró que la producción en masa empezaría en 2025. Pero, como ya viene siendo tradición, Tesla ha confirmado que el Semi se retrasa otra vez hasta 2026. Mientras tanto, marcas europeas como Mercedes o Volvo ya tienen camiones eléctricos reales trabajando en las carreteras. Habrá que esperar otro año.
4. Un ejército de robots industriales
En su momento de mayor delirio, Musk aseguró que miles de robots Optimus estarían trabajando en las fábricas de Tesla para finales de 2025. Se hablaba de producir hasta 10.000 unidades. A día de hoy, apenas hay unos pocos prototipos haciendo tareas repetitivas en Fremont. Es un proyecto fascinante, nadie lo duda, pero de ahí a ser el pilar que justifique la valoración de la empresa va un abismo de realidad.
5. El "demo" alucinante que se evaporó
Prometió una demostración tecnológica a mediados de año que nos iba a dejar "con la boca abierta". No sabemos si es que se olvidaron o si lo que tenían no era tan alucinante, pero el evento simplemente no sucedió. En su lugar, lo que hemos tenido son cancelaciones de suministros para baterías 4680 y más retrasos en el famoso coche de 25.000 euros.