El esperado debut de los robotaxis de Tesla en Texas no ha tardado en generar polémica. Apenas tres meses después del inicio del servicio en Austin, se han reportado cuatro accidentes con los Tesla Model Y equipados con el sistema Full Self-Driving (FSD), lo que ha encendido las alarmas sobre la seguridad de esta tecnología que Elon Musk presentó como clave en el futuro de la movilidad autónoma.
Estreno con tropiezos
El 1 de julio, Tesla lanzó oficialmente su servicio de robotaxis en Austin, sumándose a rivales como Waymo y Zoox. Musk lo celebró como un “hito histórico” para la compañía, convencido de que su flota de vehículos autónomos revolucionaría el transporte urbano. Sin embargo, documentos internos y registros a los que tuvo acceso Forbes revelan que en el mismo mes de su estreno ya se produjeron al menos tres incidentes oficiales y un cuarto extraoficial.
Los accidentes registrados

El primero de los choques ocurrió de madrugada, cuando un Tesla Model Y, detenido en línea recta, fue impactado en la parte trasera por un SUV. Horas más tarde, otro vehículo de pruebas chocó contra un objeto de la calzada a 8 kilómetros/hora, provocando heridas leves a un ocupante y obligando a la intervención policial.
Un tercer incidente se produjo durante una maniobra de giro: el robotaxi golpeó con su parte trasera a un SUV mientras giraba a la derecha a apenas 3 kilómetros/hora. Aunque en este caso no se llamó a la policía, el vehículo quedó dañado.
Por último, un vídeo difundido en redes sociales mostró cómo uno de los robotaxis rozaba con una de sus ruedas el lateral de un coche aparcado en un estacionamiento. Este incidente no aparece en los reportes oficiales, posiblemente por tratarse de una propiedad privada y no generar daños graves.
Tesla frente a sus rivales

Tesla asegura que sus robotaxis habían recorrido alrededor de 11.165 kilómetros de prueba en Austin hasta finales de julio. La cifra contrasta con los más de 154.497.024 kilómetros acumulados por Waymo de que lanzó sus vehículos autónomos hace varios años.
Los datos también reflejan una gran diferencia en seguridad. Según ArsTechnica, Waymo registró 60 accidentes graves (con despliegue de airbags o lesiones) en sus primeros 80.467.200 de kilómetros. En cambio, Tesla ya acumula varios incidentes en apenas unos miles de kilómetros, lo que evidencia la dificultad de competir con rivales más experimentados.
Preocupación por la seguridad
Más allá de la comparación, lo cierto es que los accidentes en Austin ponen en duda la preparación del sistema Full Self-Driving para operar de forma segura en un servicio comercial. Críticos señalan que Tesla ha priorizado la velocidad del lanzamiento frente a la fiabilidad tecnológica, mientras que Musk insiste en que cada kilómetro recorrido ayuda a entrenar la inteligencia artificial que gobierna a sus vehículos.
El debate ahora se centra en si el público está dispuesto a confiar en robotaxis que, en su fase inicial, ya acumulan choques en entornos controlados. Lo que parecía el primer gran paso hacia la movilidad autónoma masiva de Tesla podría convertirse en una nueva fuente de controversia para la compañía.