Uno de los deportivos históricos de Mazda, el Mazda RX-7 -el nuevo Mazda MX-5 aún tardará en llegar-, podría volver a la vida en 2027, y hacerlo como un coche híbrido de 365 CV. Es lo que ha señalado el director técnico de Mazda, Ryuichi Umeshita, en una entrevista con la revista norteamericana Motor Trend.
Y lo ha hecho refiriéndose a uno de los prototipos que más ha dado que hablar de la marca japonesa: el Mazda Iconic SP. Y si la industria ha dudado durante años sobre si este concept adelantaba una nueva generación del Mazda MX-5, Umeshita ha borrado cualquier tipo de duda de un plumazo, al afirmar que “se puede esperar que el Iconic SP sea un buen sucesor del RX-7”.

Un motor híbrido de tipo EREV y 365 CV para el nuevo Mazda RX-7
Las declaraciones del director técnico de Mazda reiteran la intención de la marca de mantener sus motores rotativos -el histórico Mazda RX-7 original equipó de ese tipo-, y es que hace tiempo, el CEO y presidente de Mazda, Masahiro Moro, señaló que le encantaría ver cómo regresaban los deportivos de motor rotativo.
Blanco y botella, porque el concept Iconic SP presentado en 2023 presentó un motor rotativo, sí, pero que ejercía como generador para otro propulsor eléctrico y una batería asociada; todo con una potencia de 272 kW/365 CV. Una configuración de extensor de autonomía o EREV -que ya utiliza, salvando las distancias, el Leapmotor C10; lee aquí nuestra prueba- y que el futuro modelo de serie debería mantener.
Y es que Umeshita indicó que la marca está trabajando actualmente en una evolución de una mecánica similar, la de 170 CV que equipa el Mazda MX-30, pero que será “más potente”. Sin embargo, desde la marca no destarcan, para el futuro sucesor del histórico RX-7, una opción para ‘puristas’, que usará el motor rotativo como principal fuente de propulsión.
De igual forma, el director técnico de Mazda no se cortó a la hora de hablar de las posibilidades de entrada en producción e, incluso, de la fecha para la misma del sustituto del RX-7: “Las conversaciones iniciales señalaron que podría entrar en producción en 2026, pero el plazo también depende de que exista un modelo de negocio viable [para este coche]”. Si esto fuera así, el sucesor del histórico Mazda RX-7, que podría o no mantener ese nombre, debería llegar al mercado a lo largo de 2027.

Ahora bien, Umeshita también dejó claro que, de llegar finalmente al mercado, este coche híbrido sería un modelo de nicho, y que complementaría por arriba la gama del Mazda MX-5. Algo natural si tenemos en cuenta que el Iconic SP mide 4,18 metros de largo y que el actual Mazda MX-5 se queda en 3,92 metros.
El director técnico de Mazda tampoco ocultó información acerca de la próxima generación del histórico roadster, uno de los modelos más populares de la marca. Así, señaló que la próxima generación del MX-5, que data de 2014, aún tardará en llegar, pero que mantendrá mecánicas de combustión, ya sean puras o con un nivel de electrificación muy bajo.
Todo sea por mantener contenido su peso, ya que Umeshita señaló que el próximo Mazda MX-5 mantendrá el tamaño compacto, la maniobrabilidad y un precio asequible que definieron todas las generaciones anteriores del histórico roadster de la marca nipona.