El mundo está replanteándose la forma en la que se mueve. El coche eléctrico domina la actualidad y el futuro del mundo del motor. Hoy vemos grandes proyectos sobre desarrollos eléctricos, pero los últimos indicadores apuntan a un estancamiento en las ventas. El segmento de los superdeportivos se ha visto tentado en hacer el cambio, pero para ellos no se aplican las mismas reglas convencionales. Dos grandes fabricantes, Alpine y Hyundai, tienen muy claro cómo quieren que sean sus próximos superdeportivos. Hay un nexo común entre ellos, el hidrógeno.
Durante un tiempo, los súper e hiper deportivos eléctricos han acaparado grandes titulares y jugosas cifras de ventas. Sin embargo, estos podrían tener un final mucho más anticipado de lo que cabría esperar. Mate Rimac, fundador y creador del Rimac Nevera, el hiperdeportivo eléctrico más poderoso del mundo, ha asegurado que los clientes de alto nivel, dispuestos a pagar más de un millón de euros por un coche nuevo, no quieren ni van a querer oír hablar de electricidad o electrificación. El próximo Rimac contará con algún sistema de combustión y eso supone un cambio radical en el planteamiento actual.
Dos coches diferentes, dos marcas diferentes y un único objetivo
Desde el punto de vista comercial, los coches eléctricos no plantean grandes retos para incrementar la potencia. Subir el rendimiento es relativamente sencillo y eso le quita mucha esencia al hecho de gastarse grandes sumas de dinero en un coche. Los ricos y millonarios del mundo quieren algo diferente, algo único y el coche eléctrico no lo es ni lo será. Sin embargo, el hidrógeno podría ser la salvación. Un sistema de movilidad limpio y sostenible que no olvida ni deja atrás las sensaciones de exclusividad. Así lo ven en Francia y en Corea. Cada uno, eso sí, ataca el mercado desde un punto de vista diferente.
Hace ya dos años que Hyundai presentó en sociedad el N Vision 74. Un prototipo retrofuturista que no sólo rendía homenaje al Pony Coupé Concept presentado en el año 1974, sino que también sirvió para adelantar la llegada de un nuevo vehículo impulsado por hidrógeno. Actualmente, Hyundai ya ofrece uno de los pocos coches con pila de combustible del mercado, el Hyundai Nexo. Los coreanos apuestan por un futuro multiplataforma y el anuncio de un superdeportivo de hidrógeno en 2026 es un claro ejemplo de ello. El N Vision 74 evolucionará hasta convertirse en un coche de producción, aunque todavía se desconocen muchos detalles importantes sobre él.
Al otro lado del mundo, en Francia, Alpine acaba de presentar un prototipo, el Alpenglow H4Y, con motor de combustión alimentado por hidrógeno. Se presentará al público dentro de poco, pero las pruebas ya están en marcha con un bloque de cuatro cilindros y dos litros que desarrolla 340 caballos de potencia. La versión de producción contará con un motor V6 diseñado específicamente para utilizar el hidrógeno como combustible. Alpine trabaja a un plazo mucho mayor que Hyundai. La compañía engloba al hidrógeno como parte de su estrategia de neutralidad de carbono, pero el simple hecho de hablar en dichos términos supone un cambio con respecto a la estrategia única de electrificación que corre actualmente.